Desde marzo del 2020, hemos enfrentado uno de los retos más grandes de nuestros tiempos: la pandemia por COVID-19. Hoy, gracias a los esfuerzos de todos—científicos, comunitarios, gubernamentales y multisectoriales—aunque el panorama continúa siendo retante, es distinto y sin duda mejor que al principio de la pandemia.
Hace un año, pasamos las Navidades con aislamientos y otras restricciones para mitigar el contagio del coronavirus. En este 2021, entramos a la época festiva con una alta tasa de vacunación contra COVID-19. Sin embargo, los desarrollos y eventos recientes nos recuerdan que la pandemia no ha terminado, que el panorama es dinámico y por eso no podemos bajar la guardia.
Como quizás ya sabes, la Organización Mundial de la Salud anunció que ha surgido una nueva variante de preocupación del coronavirus que causa COVID-19, que han llamado Ómicron.
Como buenos y buenas boricuas, ya andamos con el espíritu navideño encendío, ¡y qué bien se siente! De cara al Día de Acción de Gracias y la época navideña de este 2021, queremos hacerte algunas recomendaciones para minimizar el riesgo de contagio con el coronavirus de COVID-19.
El pasado lunes la vacuna de Pfizer - BioNTech recibió la aprobación final de la Administración federal de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés). Es importante aclarar que esta aprobación no significa que la vacuna fue experimental hasta el pasado domingo. La fase experimental de esta vacuna culminó con los ensayos clínicos en noviembre de 2020. Durante esa fase experimental la compañía, en este caso Pfizer, reunió la evidencia necesaria para determinar que la vacuna es segura y sobre 90% eficaz protegiendo contra el COVID-19. Aunque su eficacia ha disminuido un poco con la aparición de la variante delta, la vacuna sigue siendo la mejor arma para protegernos de una enfermedad grave, hospitalización o muerte por COVID-19.
Actualizado el 9 de agosto, 2021 para reflejar el conocimiento científico más reciente.
La llegada de la variante Delta ha cambiado el panorama de la pandemia. Antes de entrar en los detalles, las buenas noticias: las vacunas funcionan y nos protegen de sufrir consecuencias graves, hospitalización y muerte si nos contagiamos con la variante Delta (y las otras variantes) y nos da COVID-19. Las medidas de prevención que ya conocemos también funcionan para protegernos de Delta y las otras variantes.
La semana pasada, en una rueda de prensa de la Casa Blanca, la Dra. Rochelle Walensky, directora de los CDC, dijo que la situación de COVID-19 se está convirtiendo en “la pandemia de los no vacunados”. Walensky acuñó el desacertado término para resaltar la gran vulnerabilidad de las personas no vacunadas ante COVID-19, en particular la variante Delta del coronavirus. Desde el presidente Joe Biden hasta los medios locales lo han repetido.
Digo desacertado, porque decir la pandemia de los no vacunados, no solo es incorrecto, sino hasta peligroso.
¿Sabías que según el Registro Central de Cáncer de Puerto Rico, 1 de cada 3 personas que nazca pudieran padecer de cáncer en algún momento de su vida? Todos los individuos están en riesgo de poder expresar esta enfermedad, la cual no discrimina contra género, edad o inclusive estratos económicos ni sociales. Cuidando lo más preciado que tenemos, que es nuestra vida y la de los nuestros, la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra cada año, el 4 de febrero como día mundial contra el cáncer.
Enero mes en donde celebramos la concienciación del cáncer cervical. Sin embargo, es importante que las mujeres prestemos plena atención al cuidado de nuestra salud reproductiva durante todo el año.
El cáncer cervical es el séptimo cáncer más diagnosticado en mujeres. Una de cada 91 mujeres en Puerto Rico podría desarrollar cáncer cervical durante su vida.
En términos básicos, el cáncer cervical comienza en las células de la superficie del cuello uterino y su desarrollo por lo general es muy lento. En sus inicios el cáncer cervical se observa como un tipo de lesión precancerosa que se le conoce como displasia. Estas lesiones pueden ser detectadas por una citología vaginal (o prueba de Papanicolaou o Pap) y es altamente tratable.
La pandemia de COVID-19 ha tenido un serio impacto en los pacientes de cáncer, sus familiares y cuidadores. En general, los pacientes de cáncer tienen un mayor riesgo de infectarse con el coronavirus (y cualquier otra enfermedad infecciosa) debido a que su sistema inmunológico se debilita a causa de tratamientos como la quimioterapia o el cáncer en sí mismo. Los pacientes de cáncer también están en mayor riesgo de sufrir consecuencias severas relacionadas al COVID-19.