Experimento de vacuna contra el dengue pone en riesgo la vida de cientos de puertorriqueños

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Experimento de vacuna contra el dengue pone en riesgo la vida de cientos de puertorriqueños Ejecutivos de GlaxoSmithKline aseguran que la vacuna aumentará su negocio a nivel mundial Por Marta Villaizán Montalvo 28 de noviembre de 2007 Mientras los medios de comunicación nos hacen creer que estamos ante una epidemia de dengue sin precedente, una compañía farmacéutica y un centro médico militar, a sabiendas y en complicidad con médicos del país prueban una nueva vacuna contra esa enfermedad que pondrá en peligro la vida de cientos de puertorriqueños que se entregarán como sujetos para la experimentación con fines comerciales. ---------------------------------------------------------- "¿A tu hijo lo ha picado alguna vez un mosquito?", preguntó una señora a Carmen, madre de cuatro niños, en un centro de salud. "El dengue es una enfermedad que se transmite a través de mosquitos. No hay una vacuna para impedir la infección y lamentablemente muchos niños mueren", dijo la señora al tiempo que le entregaba a Carmen la tarjeta de presentación de un médico con oficina privada. "Estamos investigando una nueva vacuna contra el dengue, ¿quieres que tus niños participen?, preguntó la señora. "Te pagaremos $50 por cada una de las dos veces en que cada niño reciba la inyección". Carmen aceptó y puso el nombre de sus cuatro hijos en la lista. Cuando llegó a su casa le contó a su suegra de la vacuna y le comentó que el dinero le vendría bien para completar el pago de la luz y el agua. "Ni lo pienses muchacha", le dijo la suegra a Carmen. "Si te van a dar chavos, ahí hay gato encerra'o". Sin entender la naturaleza y las consecuencias de lo que se le estaba ofreciendo, Carmen estuvo a punto de entregar a sus niños como voluntarios para probar la seguridad y efectividad de una vacuna en etapa experimental contra el dengue. La patente de la vacuna,Tetravalent live attenuated dengue vaccine, pertenece al Ejército de los Estados Unidos y de su investigación y desarrollo se encarga el Instituto Walter Reed y la compañía GlaxoSmithKline. Así lo evidencia el protocolo oficial, "A Study of Two Doses of WRAIR Dengue Vaccine Administered Six Month Apart, to Healthy Adults and Children", publicado en Clinical Trials.gov, página del Instituto Nacional de la Salud. Según el documento, para conocer los defectos de la vacuna y constatar si es o no una sustancia peligrosa, 720 puertorriqueños sanos entre las edades de 12 meses a 50 años de edad recibirán dos dosis a ser administradas con un intervalo de seis meses entre una y otra. Los puertorriqueños participarán en un experimento Fase II. Esta fase es la segunda de tres etapas de experimentación con seres humanos que debe pasar una vacuna o medicamento para ser aprobada por la Agencia Federal de Drogas y Alimentos (FDA). De mantener el experimento su curso positivo, es decir si los voluntarios no se enferman o mueren de dengue por causa de la vacuna, cerca de 5,000 puertorriqueños participarán entonces en la Fase III. Rompiendo el esquema acostumbrado de realizar este tipo de experimento en varios países en desarrollo a la misma vez, la prueba de la vacuna se llevará a cabo sólo en Puerto Rico. Asimismo, son también de Puerto Rico los 24 médicos encargados de persuadir a los puertorriqueños para que se inscriban como voluntarios en el peligroso experimento. Uno de los métodos de persuasión que utilizan estos médicos es colocar reclutadores en lugares estratégicos. En el centro de salud, Carmen estaba en un lugar estratégico y bajo la errónea impresión de que la vacuna era una prueba oficial, añadió el nombre de sus hijos a la lista de voluntarios. La reacción de Carmen es la conducta esperada como respuesta a lo que en marketing se conoce como la estrategia del "ruido". La herramienta básica del "ruido" en el negocio con las enfermedades es suministrar a los medios de comunicación historias diseñadas para crear miedo y atraer la atención sobre un nuevo tratamiento. Aunque la noticia de la epidemia de dengue ha sido reseñada por todos los medios, es El Nuevo Día con más de 100 artículos publicados en poco más de tres meses, el que ha desarrollado la mayor campaña de miedo a la enfermedad. Oficiales del Departamento de Salud, el Centro de Control de Enfermedades, (CDC), investigadores científicos de las universidades, prestigiosos médicos y hasta el encargado de los monos en el Centro de Primates del Caribe, han tenido algo que decir sobre el dengue a El Nuevo Día. Pero hay una razón para tanto ruido. La vacuna desarrollada por GlaxoSmithKline es una de cinco vacunas contra el dengue en etapa experimental que compiten por la oportunidad de negocio que traerá consigo el calentamiento global. Especialistas en materia económica señalan que con el aumento en las temperaturas, enfermedades tropicales como el dengue aparecerán en zonas del mundo donde hoy no son habituales. "Porque no será malo todo lo que traiga el calentamiento global, o al menos eso es lo que piensan las farmacéuticas" señala el diario El Economista, en su edición del 15 de junio de 2007. "El incremento de las temperaturas doblará el mercado mundial de vacunas en los próximos 13 años hasta situarlo en los 1.3 billones de dólares", añade el artículo. Un informe publicado en la prestigiosa revista Nature, en agosto de 2007, "Dengue Fever Climb The Social Ladder", confirma el negocio de la compañía GlaxoSmithKline con la enfermedad del dengue: La prosperidad repentina de las economías asiáticas y latinoamericanas ha provocado el interés de las compañías farmacéuticas en ciertas enfermedades. "El campo se ha visto enormemente beneficiado por el aumento en el valor potencial de mercado de una vacuna contra el dengue. Esta realidad está intimamente ligada al aumento en los ingresos en Asia y América Latina", dijo a la revista Nature, Bruce Innis, científico contratado por GlaxoSmithKline para el desarrollo de vacunas. (El subrayado es mío) Ahora bien, a pesar de la intensa campaña de miedo que los medios de comunicación como El Nuevo Día han desarrollado, lo cierto es que según la información que proveen, la incidencia de dengue en Puerto Rico en el 2007 no parece ser mayor que en años anteriores. Según las estadísticas publicadas en la página del Departamento de Salud la epidemia este año fue declarada a base de casos sospechosos, donde incluso las desafortunadas muertes, también aparentan ser sospechosas. Pero lo que sí resulta muy sospechoso es que se declare una epidemia de dengue justo en el momento en que la compañía GlaxoSmithKline está realizando un experimento clínico en Puerto Rico con una nueva vacuna contra esa enfermedad. Experimentos clínicos con seres humanos como el de la vacuna contra el dengue, están siendo cuestionados a nivel internacional. Tarde pero seguro, el Gobierno de los Estados Unidos ha reaccionado a las denuncias y en un informe de la Oficina del Inspector General del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), admite que la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) no fiscaliza correctamente y dedica muy poco esfuerzo por garantizar el bienestar de los millones de personas que participan en los experimentos clínicos. "Los oficiales federales de salud no saben cuantos experimentos clínicos se están realizando", señala el Inspector General Daniel R. Levinson en, The Food and Drug Aministration's Oversight of Clinical Trials, publicado en septiembre de 2007. "Auditan menos del uno por ciento de los lugares de prueba, y en las raras ocasiones en que los inspectores sí aparecen, por lo general llegan mucho después de que las pruebas han finalizado". En la página oficial del Instituto Nacional de la Salud (NIH), aparecen registrados cuarenta experimentos con seres humanos auspiciados por la compañía GlaxoSmithKline en Puerto Rico. Once de ellos, incluyendo la vacuna contra el dengue, están abiertos a reclutamiento. GlaxoSmithKline es una de las compañías farmacéuticas que anunció recientemente el despido de cientos de empleados como parte de un plan de restructuración. Varios empresarios de la industria farmacéutica que participaron de la décimo octava Reunión Anual de la Asociación de Industrias Farmacéuticas (PIA) sostienen que esta restructuración se trata de una transición desde una economía tradicional de manufactura a una del conocimiento. "No hay duda de que los cierres recientes de plantas han tenido un impacto en la economía y en las comunidades donde servimos, sin embargo, la industria farmacéutica de Puerto Rico está viviendo un desarrollo significativo en el sector de la biotecnología y está despuntando en el renglón de la investigación científica", señalaron los empresarios. Así, bajo el pretexto de una nueva economía basada en el conocimiento, la compañía GlaxoSmithKline cierra su fábrica dejando en la calle a miles de trabajadores y orienta su negocio de inversión hacia la experimentación con la población puertorriqueña de productos como la nueva vacuna contra el dengue. ---------------------------------------------------------- Marta Villaizán Montalvo martavi@onelinkpr.net

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Giovanna Guerrero-Medina's picture

Muy interesante este artículo. Dónde fue publicado? Me llamó la atención por varias razones, principalmente porque realza la gran importancia de la comunicación en las ciencias y en la investigación, sobre todo cuando se trata de investigación clínica con seres humanos y con comunidades que tienen una relación "especial" con los investigadores. Yo no participo en éste estudio, pero me gustaría aclarar algunas cosas con relación a las investigaciones clínicas. La realidad es que la investigación clínica es una parte importante y necesaria del desarrollo de terapias medicinales. Ninguna droga se puede vender legalmente sin pasar por una serie de investigaciones clínicas en seres humanos que establezcan su seguridad, eficacia, y dosis correcta. Aquí hay un diagrama sobre los pasos que se deben llevar acabo para llevar cualquier droga o vacuna al mercado: http://www.nature.com/horizon/chemicalspace/background/figs/odyssey_f1.html Todas las investigaciones clínicas en seres humanos tienen que, por ley, ser aprobadas por un Institutional Review Board (IRB), un grupo local, acreditado, y constituído de científicos, expertos en salud pública, y en muchos casos miebros del público en general. Estos IRB tienen que aprobar todos los aspectos del protocolo clínico—desde compensación monetaria, hasta trato de pacientes, etc. Si la investigación utiliza fondos públicos, también será revisada por una agencia gubernamental. Para más información sobre IRBs ver aquí: http://www.hhs.gov/ohrp Esta vacuna se está estudiando en Puerto Rico porque en comparación con Estados Unidos hay muchos más casos de dengue, porque es mucho más fácil y menos costoso hacer esta investigación aquí que en un país “internacional”, y porque en Puerto Rico existen varios de los tipos de dengue que la vacuna intenta prevenir (en algunos países solo hay uno o dos tipos). El ofrecer compensación monetaria no es inusual durante investigaciones clínicas. Generalmente la cantidad se calcula como un reembolso de los gastos que los participantes tendrán que incurrir (e.g. transporte a la clínica, perdida de tiempo de trabajo, etc.) y para asegurar que hayan suficientes participantes para que los resultados de la investigación sean estadísticamente válidos. En este caso, después de vacunar a los pacientes (hombres y mujeres entre las edades de 1-50 años) se harán varias consultas donde se asegurará de que no hayan eventos adversos (y si los hay seguramente se proveerá tratamiento médico), y donde se medirán los niveles de la sangre de anticuerpos contra el dengue. Bueno, ya establecimos los datos. Ahora a la crítica del proyecto que discute la Sra. Villaizán. No me cabe duda que GSK, el WRAIR, y los médicos participantes puertorriqueños podrían haber hecho un mejor trabajo explicando la importancia de una vacuna cómo esta, las razones de hacer la investigación en Puerto Rico, y los controles que se han establecido para asegurar la seguridad de los participantes. Debieron haber pensado mejor en este aspecto debido a la situación política ambigua de nuestro país y porque saben que muchos en Puerto Rico conocen la historia de la píldora anticonceptiva, la cual fue estudiada en Puerto Rico en dosis demasiado altas. Cabe recordar, que estos estudios de la píldora se llevaron acabo en los 1950s, antes de que se establecieran los presentes estándares éticos y científicos sobre estudios clínicos. Es la responsabilidad de los investigadores asegurarse de que haya consentimiento informado y a la vez de explicar las cosas bien para que su estudio no falle por causa de pocos participantes. El otro punto del artículo—el interés económico de GSK en desarrollar una vacuna para el dengue y la “campaña de miedo” sobre el dengue—es uno más débil. Los CDC y la Organización Mundial de la Salud (WHO) son organizaciones gubernamentales sin fines de lucro que se encargan de monitorear la incidencia de varias enfermedades y no tienen ningún vínculo monetario con GSK u otras compañías privadas. No hay una "campaña de miedo" si no los hechos. Y si GSK y otras cuatro compañías piensan que hay mercado en vacunas de dengue pues mejor aún!—generalmente las farmaceúticas ni se hacen los enterados cuando se trata de enfermedades infecciosas y que afectan predominantemente a países sub y mid-desarrollados (porque creen ustedes que aun no tenemos vacunas efectivas contra la tuberculosis o la malaria?) Además, mientras mas compañías esten desarrollando vacunas mejor. Si hay competencia, hay mejores posibilidades de conseguir una vacuna buena y eficaz. Aquí les dejo más información por parte de la WHO y el CDC sobre el dengue y las diferentes vacunas que se están investigando: http://www.who.int/vaccine_research/diseases/vector/en/index.html http://www.cdc.gov/NCIDOD/DVBID/DENGUE/#current