Datos que no vemos, epidemia que no entendemos

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Publicado originalmente en la sección de Opinión de El Nuevo Día como parte de la colaboración entre CienciaPR y el periódico.

Por Roberta Lugo Robles

Poco después del lanzamiento de la página en línea con datos estadísticos de actualización periódica sobre el COVID-19 en Puerto Rico (dashboard), el Departamento de Salud se mantuvo sin publicar el reporte diario de resultados de pruebas para la detección del virus varios días. Ese informe contiene información sobre los nuevos casos positivos, la entidad que los reporta, así como información sobre el municipio, la edad del paciente, género, historial de viaje y sintomatología. 

Una de las limitaciones del “dashboard” y el informe diario es que presentan los datos de manera agregada o resumidaPor ello, la comunidad científica y de salud pública ha solicitado en repetidas ocasiones los datos crudos del sistema de vigilancia de COVID-19. Los datos crudos son la unidad mínima de información recolectada. Tener estos datos permite a los científicos realizar diversos análisis epidemiológicos para determinar el perfil de quiénes se están contagiando, dónde residen los casos positivos, o si existe diferencia entre la tasa de infección por región o municipio, entre otras preguntas importantes.

Tener acceso a los datos crudos se ha hecho aún más importante ante las revelaciones hechas por el Centro de Periodismo Investigativo y recientes expresiones del secretario del Departamento Salud, Lorenzo González. Ambas fuentes confirman errores en los datos de COVID-19 que divulgaron de antemano. El titular de Salud admitió que existe una alta posibilidad de casos duplicados o triplicados porque, en vez de contar pacientes positivos a COVID-19, están contando pruebas positivas (ya sea prueba molecular o prueba rápida).

La magnitud de ese error presenta la posibilidad de que se han estado sobreestimando los casos positivos de COVID-19 en Puerto Rico. Esta falla también invalida los modelos epidemiológicos desarrollados previamente. Este error en la logística de entrada o reporte de datos debe ser corregido inmediatamente. La precisión y confiabilidad de los análisis estadísticos dependen de la calidad de los datos. 

Mientras, seguimos careciendo de la información relacionada a los contactos cercanos y el estado de salud de los casos positivos. ¿Cuántos de ellos están en el hospital? ¿Cuántos de ellos se han recuperado? ¿Cuántos están en cuarentena en sus hogares? 

Es imperativo que el Departamento de Salud provea los datos crudos para que todos conozcamos el progreso de COVID-19 en Puerto Rico. En particular estos datos crudos le permitirán a los científicos, epidemiólogos y profesionales estadísticos, construir modelos robustos y certeros. Esos modelos robustos y certeros nos permitirán trazar un plan para manejar la pandemia y eventualmente reabrir el país.

Es responsabilidad del Departamento de Salud no dejaros a ciegas nuevamente. Esto limita seriamente los esfuerzos de las labores de prevención y educación que deben ser apoyados y fortalecidos por las instituciones de salud de nuestro Puerto Rico. Este coronavirus no es un enemigo invisible. Los datos confiables nos permiten verlo. Los datos son el mapa que guía a la comunidad científica a poder identificar posibles focos de infección en la comunidad, poblaciones vulnerables, distribución geográfica de casos, modelos epidemiológicos, y mucho más.  Solo de esta manera, los recursos disponibles se dirigirán efectivamente para salvar vidas puertorriqueñas.  

La comunidad científica y profesionales de la salud están unidos, dando la batalla diaria por el bienestar del pueblo. Por tal razón, para poder mitigar los efectos de COVID-19 de una manera efectiva necesitamos información confiable, más pruebas y transparencia de nuestras instituciones para juntos poder vencer.

La autora es Epidemióloga Clínica y Consultora de Investigación Independiente.

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