COVID-19: cómo Culebra logró llegar al cero

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Captura: Culebra Libre de COVID

Publicado originalmente en la sección de opinión de El Nuevo Día, como parte de la colaboración entre CienciaPR y este periódico.

Por Lizmara García Rivera

El anuncio de un “lockdown” en todo Puerto Rico debido a la pandemia del COVID-19 marcó una serenidad mayor de la que estoy acostumbrada a vivir en Culebra. Mientras la nueva cepa de coronavirus oficialmente había llegado a la Isla Grande y se esparcía allá por todos los municipios, aquí todo permanecía tranquilo.

A finales de junio, luego de casi tres meses, y varias falsas alarmas, se reportó el primer caso positivo confirmado en Culebra. Dos meses después, la isla municipio regresó a cero, sin nuevos casos positivos confirmados. ¿Cómo lo logramos?

Creo que ocurrió por varios factores.  Primero, tanto los habitantes como el gobierno municipal reconocieron la vulnerabilidad de Culebra ante la carencia de suficientes recursos hospitalarios y su condición geográfica.Teniendo esto en cuenta, se tomaron medidas cautelares más estrictas a nivel municipal, aún cuando se flexibilizaron las establecidas en la Orden Ejecutiva Estatal.

En Culebra, por ejemplo, se detuvo la entrada de turistas por vía marítima (restricción aún vigente) y se impidió el acceso a la Playa Flamenco. También se repartió equipo de protección como mascarillas y desinfectantes de manos a los ciudadanos, se realizaron reuniones con los comerciantes para conocer sus preocupaciones y se presentaron propuestas para una reapertura económica controlada.

Además, en Culebra se hicieron pruebas de COVID-19 como parte de un rastreo preventivo a personal de primera respuesta y empleados expuestos al público.

Segundo, en la isla municipio utilizamos el tiempo de aislamiento colectivo para la preparación. Culebra fue de los primeros pueblos en integrarse al Sistema de Investigación de Casos y Rastreo de Contactos y pionera en contar con un epidemiólogo municipal. Esto ha sido fundamental para controlar la propagación del virus y mantenernos en cero casos.

Como era de esperarse, el surgimiento de los primeros contagios provocó mucha preocupación. A pesar de ello, la rápida acción del equipo de rastreo en comunicarse con las personas contagiadas y sus contactos ayudó a detener la propagación del virus e identificar posibles casos a tiempo. Fueron días de arduo trabajo que rindieron frutos gracias a la receptividad y cooperación de la comunidad. Era notable cómo iba disminuyendo la incidencia de casos.

Tercero, para mantener informada a la comunidad y promover la salud, el equipo de rastreo de contactos creó la página de Facebook Culebra Libre de COVID que con el hashtag #QueremosLlegarAlCero promovió alcanzar esta meta. También se han repartido pancartas con información sobre cómo protegerse del COVID-19 y a dónde llamar, si alguien tiene síntomas o da positivo al virus.

No puedo dejar de mencionar la importancia que ha tenido crear una red de apoyo a la ciudadanía. Recuerdo que desde el principio de la “cuarentena” la comunidad e instituciones en Culebra han gestionado ayudas para cubrir las necesidades que se generan por la situación, como la repartición de compras y una línea de apoyo emocional, por ejemplo.

Los culebrenses nos hemos apoyado como una gran familia, por lo que siento mucho orgullo. Como salubrista, considero que ser proactivos y tener una respuesta organizada en favor de la salud de nuestro pueblo ha sido parte de la clave en llegar a cero casos en Culebra.

¿Qué pueden aprender otros municipios? Es crucial evaluar sus circunstancias y tomar medidas concertadas acorde a su realidad, incluyendo la implementación de un Sistema de Investigación de Casos efectivo para identificar y detener las cadenas de contagio. Además de las agencias, la comunidad debe estar vinculada a los esfuerzos. Parte de empoderar a la comunidad radica en la educación y brindar apoyo en sus necesidades. El resultado de Culebra es una muestra de lo que puede ser posible en todo Puerto Rico.

 

La autora es epidemióloga egresada de la Escuela de Salud Pública de la UPR. Labora en el Sistema de Investigación de Casos y Rastreo de Contactos para COVID-19 de Culebra.

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