Esfuerzo multisectorial para la restauración ecológica del hábitat del sapo concho y litoral costero del Bosque Estatal de Guánica

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Charca y puente para el paso del público.

Lunes, 23 de mayo de 2016. Guánica, Puerto Rico — En una demostración de lo que puede lograr la unión entre los gobiernos estatal y federal, las organizaciones comunitarias y la empresa privada, representantes de estos sectores informaron los proyectos de restauración ecológica en la costa que bordea el Bosque Estatal de Guánica que permiten un mejor disfrute de las playas del área y protegen de la interacción humana el hábitat del sapo concho puertorriqueño, especie endémica en peligro de extinción que en el pasado mes se documentó una exitosa reproducción en ese lugar.

El anuncio fue hecho por la secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Carmen R. Guerrero Pérez; el director del Instituto de Dasonomía Tropical (IITF), Ariel Lugo; el director ejecutivo del Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre (USFWS), Edwin Muñiz; el presidente de la organización que comaneja ese bosque: Protectores de Cuencas, Roberto Viqueira; y la directora de Servicios al Donante de la Fundación Comunitaria de Puerto Rico, Tamara González; teniendo de fondo las charcas naturales en donde evolucionan los renacuajos de sapo concho y un puente en madera que los protege del paso peatonal. Desde el 2014, los científicos no habían documentado la reproducción de este anfibio en este bosque hasta hace unas semanas atrás.

Las restauraciones y reforestaciones se realizaron en cuatro áreas a lo largo del litoral costero de la también designada Reserva Internacional de la Biosfera: en Tamarindo, Guayanilla; Aromas, entre Guayanilla y Yauco; Atolladora, Yauco; y Jaboncillo en Guánica.

El área de Tamarindo, cuenta con un paseo tablado que conduce a la playa para evitar el tránsito de las personas por las charcas naturales donde se encuentran los renacuajos del

sapo concho, cuya reproducción este año se documentó el pasado 25 abril, luego de un evento de lluvias de 3.53 pulgadas. También, se reforestó el litoral costero como una medida para controlar la erosión y de protección de las costas ante el cambio climático. Se realizó la restauración de dunas de arena para estabilizar la costa ante el embate del oleaje que se prevé como producto del cambio climático.

Con la colocación de postes pequeños de madera que hacen la función de vallas, en el área de Atolladora, se evitará el fuerte impacto que produce el paso de los vehículos hasta la playa. Se creó un estacionamiento permeable que filtra el agua de lluvia al discurrir hacia unas charcas que el sapo concho utiliza en eventos reproductivos, y sirven de oasis para aves migratorias, insectos y reptiles, como el lagartijo del bosque seco, especie en peligro de extinción.

Igualmente, en Aromas, se delimitó la zona costera para que los vehículos no entren hasta la playa y exacerben el problema de erosión costera. Ello permitirá que los autos sean estacionados de forma organizada y tengan más espacio.

El camino de Jaboncillo, que estaba afectado por la erosión costera, fue estabilizado y se tomaron medidas para evitar que las escorrentías de la lluvia que provienen de las zonas altas transporten sedimentos hasta la playa y se afecten las áreas de praderas de yerbas marinas que sirven de alimento a distintas especies protegidas y en peligro de extinción, como los manatíes, y a su vez mejora la calidad de agua al reducir el impacto de escorrentías en los arrecifes de coral.

“El sapo concho es el único sapo endémico de Puerto Rico y se encuentra en peligro de extinción debido, principalmente, a que los seres humanos hemos alterado su hábitat. Sin embargo, vemos que cuando preservamos sus espacios de reproducción y de vida, se les abre una oportunidad más para su supervivencia. Reconocemos la labor que realizan en este bosque el oficial de manejo Eloy Martínez Rivera y el grupo de comanejo Protectores de Cuencas que aunó esfuerzos con organizaciones ambientales para lograr proyectos que protegen nuestros recursos y a la vez, benefician a la ciudadanía al permitirles su buen uso garantizando que otras generaciones puedan llegar a disfrutarlos también”, expresó Guerrero Pérez.

Por su parte, Lugo señaló sobre los proyectos de restauración: “el Instituto Internacional de Dasonomía Tropical adscrito al Servicio Forestal Federal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos se enorgullece en haber aportado a las iniciativas que propiciaron que tuviéramos un evento de reproducción del sapo concho sin precedente. El Programa de Forestación Urbana y Comunidades, administrado por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales con el apoyo del Consejo Asesor de Forestación Urbana y de Comunidades, es un programa que provee incentivos económicos para el desarrollo de proyectos comunitarios que incrementan la transferencia de información

técnica actualizada y fortalecen el liderazgo de la ciudadanía en la protección de los recursos forestales comunitarios y urbanos”.

“Nosotros en el Servicio de Pesca y Vida Silvestre estamos comprometidos con la recuperación del sapo concho puertorriqueño. Hasta hoy hemos liberado más de 300,000 renacuajos, la mitad en propiedades manejadas por el Departamento. Los retos del Siglo XXI nos requieren continuar con estrategias de adaptación que aseguren un hábitat sustentable para la especie”, manifestó Muñiz.

Mientras la directora de Servicios al Donante de la Fundación Comunitaria de Puerto Rico, Tamara González, puntualizó “la Fundación Comunitaria de Puerto Rico junto a la Fundación Toyota siempre han reconocido el gran valor e importancia que tienen las alianzas entre los distintos sectores de la comunidad, para lograr proyectos exitosos. Promovemos el trabajo colaborativo en proyectos de gran envergadura e impacto como el de Protectores de Cuencas que aporta a la protección de un ecosistema vital para nuestra isla”.

Al puntualizar que se cumple un año de la firma del acuerdo de comanejo del Bosque Estatal de Guánica, Viqueira resaltó que su norte es “trabajar arduamente de la mano con la comunidad para la conservación del Bosque Seco y fortalecer el sentido de pertenencia y capacidad institucional para la conservación y el desarrollo sostenible de nuestra región”.

Esta información fue obtenida mediante comunicado de prensa de parte del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA). 

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