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Pruebas para detectar el COVID-19 y la importancia en el panorama salubrista puertorriqueño

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Redactado por el doctor Omar Velez Lopez- Microbiologo y Salubrista

Ciertamente conocemos la importancia de las prácticas salubristas individuales y colectivas como lo es el lavado de mano, la sanitización de superficies y el aislamiento social como prevención de la propagación del coronavirus (COVID-19). Estas son nuestras primeras líneas de defensa. Sin embargo, algo primordial en la contención y reducción en la propagación de este virus es la detección de este. Esto es necesario para poder segregar estos pacientes y mantener controles de infección adecuados. Otra de las preocupaciones es la capacidad de contención de nuestro sistema salubrista.

Como sabemos, en Puerto Rico, contamos con un sistema de salud público debilitado, con carencia de recursos. Se estima que dentro de los hospitales disponibles para atender la crisis solamente hay de 2,500-4,000 camillas disponibles. Dentro de esos sistemas de salud, se designó al Hospital Universitario y el Centro Comprensivo de San Juan que espera ser habilitado entre otros cuyas camas están contadas.  Si añadimos a la ecuación que existen alrededor de 2,500-4,000 camillas disponibles y un aproximado de 345 respiradores artificiales para los casos más críticos.  ¿En dónde ponemos nuestros esfuerzos salubristas? ¿Qué podemos hacer al respecto? Debemos realizar estas pruebas adecuadamente para identificar estos casos y aislarlos. Tenemos 19 casos reportados estamos a tiempo.

 

Lecciones de Singapur e Italia: la detección del virus mediante pruebas y el aislamiento de los pacientes es la clave

            Debido a esas situaciones, creo que es responsable que ponderemos y aprendamos de las lecciones de otros países que han podido controlar la infección del COVID-19. Veamos dos ejemplos de dos países uno con uno exitoso y otro en donde su sistema ha colapsado.  Primeramente, Singapur ha sido un ejemplo exitoso de contención del virus en donde hoy en día en un país con 5.6 millones de personas solo ha reportado la infección a 156 personas y ya 121 se han recuperado. ¿Cuál es el secreto de Singapur?

Entre estos factores se incluyen: su rápida respuesta gubernamental en identificar los focos de infección en la población, su capacidad médica eficiente, el respeto al distanciamiento social, pero sobre todo la rapidez en la administración rápida de pruebas para la detección del COVID-19.  ¿Oyó eso? Al principio de la pandemia, se realizaron las pruebas contundentes y se aislaron los casos debidos. El gobierno adquirió de fondos internos pruebas rápidas y habilitó centros investigativos del país para hacer las pruebas del virus gratuitamente.

Y entonces, ¿Cuál es el caso malo? Pues conocemos el caso de Italia, en donde hoy en día hay 47,021 casos confirmados, con 4,302 muertes y en donde un solo día se han confirmado 600 de estos decesos. ¿Cuál es la diferencia entre Singapur e Italia en este caso? Son varios factores, pero entre ellos:  los italianos hicieron caso omiso a las órdenes gubernamentales de mantenerse en sus casas, se sobre confiaron creyendo que tenían alguno de los sistemas salubristas mejores del mundo y el gobierno no administró las pruebas debidamente.

 

Pruebas disponibles del COVID-19, su aplicabilidad médica y el acceso en Puerto Rico

 Empero, ¿Cuáles son las pruebas disponibles para detectar el COVID-19? ¿Hay las suficientes en Puerto Rico? ¿Quiénes las están administrando? ¿Cuáles son las diferencias entre las pruebas genéticas y las pruebas rápidas? ¿Las cubren los planes?

Definitivamente son muchas interrogantes. Para comenzar, la prueba aprobada por los Centros de Control de Enfermedades en Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) solamente han aprobado el uso de la prueba de polimerasa de transcriptasa reversa (RT-PCR por sus siglas en inglés). Esta prueba consiste en aislar de lavados de la nariz y la orofaringe pedazos del material genético (RNA) del virus para ampliarlas y compararlas con casos que son positivos. Dicha prueba, solamente la provee esta entidad y está en cantidades limitadas, aunque son accesibles solamente para instituciones fidedignas por medio del enlace del CDC (https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/lab/rt-pcr-panel-primer-probes...). Sin embargo, es una prueba que cualquier científico en Puerto Rico que tenga la maquinaria y la seguridad adecuadas las puede realizar.

Al momento solamente hay un solo centro oficial habilitado para realizar esta prueba en el Departamento de Salud de Puerto Rico. La mayoría d ellos resultados se obtienen del CDC y son lentos. Sin embargo, laboratorios privados como Laboratorios Toledo en Arecibo, Quest Diagnostics ya realizan esta prueba también. Ahora, ¿Cuánto me costará la prueba? Pues sabrá que la prueba del COVID-19 se declaró “esencial” bajo el American Affordable Act por lo que será pagado en su totalidad por los planes de Medicare, MCS, MMM y el Plan Vital. Otros planes están próximos a hacer lo mismo. Sin embargo, si fuéramos a pagar la prueba se estima que rondaría entre los $111 a $150 dólares cada una sin eximir las pruebas de influenza y micoplasma.

Por otro lado, la Organización Federal de Alimentos (FDA) aprobó el uso de la prueba rápida, desarrollada por la empresa 20/20 Bioresponse parte de Gene Systems Inc., consiste en una tirita que contiene una molécula llamada anticuerpo contra IgM en la sangre del paciente y si es positiva cambia de color. Esta molécula esta presente en la sangre de un paciente luego de 1 semana de la infección con COVID-19 y solamente tarda 15 minutos. Sin embargo, en Puerto Rico estas pruebas rápidas no han llegado al momento, aunque la gobernadora Wanda Vázquez ordeno a comprar 200,000 pruebas este pasado jueves 19 de marzo.  Su costo todavía no esta estimado y se desconoce si se usaran y como serán distribuidos equitativamente por las regiones médicas.

Puntos Finales

¿Qué significa todo esto? ¿Todos tenemos que correr como locos a hacernos las pruebas?

Definitivamente no, bajo ciertas excepciones. Primero, usted debe ejercer el distanciamiento social y las medidas de prevención que conocemos. Si usted desarrolla la mayoría de los síntomas, o posee alguna condición preexistente de cuidado, debe ir a su médico de cabecera de no tener fiebre o presentarse a alguna sala médica de emergencias del país de ser estrictamente necesario.  De otra manera, quédese en su casa al meno que su panorama de salud empeore. Allí se le realizarán las pruebas de influenza y micoplasma. Basado en su cuadro de síntomas, de usted resultar negativo a dichas pruebas, entonces se le aislará y será candidato para realizarse la prueba del COVID-19. Debemos tener cordura en seguir estas instrucciones para mantener un sistema salubrista que funcione y aplacar el acaparamiento de las salas de emergencias del país. ¿Qué podemos hacer entonces?

A nivel individual, ejercer la cordura con las medidas preventivas mencionadas. A nivel de familia, educar y mantenerse informado. A nivel de comunidad y país, exigir a nuestro lideres transparencia y que se administren las pruebas a la mayor brevedad posible y con la mayor diligencia que exige el proceso médico. Luego, aislar estos pacientes y contener la infección en nuestra población con medidas salubristas efectivas. Para ello la comunidad científica es esencial en la educación y la utilización de estas pruebas. El control de mantener este virus fuera de nuestras casas es tarea de todos y todas.

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