Al flamenco le gustó y se quedó

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Por Keila López Alicea / keila.lopez@elnuevodia.com endi.com No se sabe si fue que se desvió de su camino o estaba en un viaje para buscar nuevos horizontes, pero mañana ya se cumple un año desde que un curioso flamenco tocó suelo camuyano y decidió asentarse en las charcas entre los mogotes de este pueblo costero. Fue el 23 de enero de 2009 cuando Christian Rodríguez, un chef de profesión y fotógrafo aficionado, se percató de la llegada del colorido visitante a su vecindario en el sector Bajura de Camuy. “Llegaron dos flamencos y los pitirres locales los atacaron cuando bajaron. Uno se fue, pero éste se quedó aquí”, relató Rodríguez, quien desde entonces ha pasado muchas horas tomando fotografías del ave rosada. Su llegada llamó la atención de los residentes de Camuy y pueblos limítrofes, quienes se apostaban a un lado de la carretera rural frente a la charca donde se posaba el ave para verlo, aunque fuera de lejos. Y ni hablar de la creatividad que despertó en quienes lo han visitado, pues en abril pasado sirvió de inspiración para más de una de las curiosas embarcaciones que compiten en la Balseada del Río Camuy. Incluso la primera dama de la Isla, Lucé Vela, aprovechó una visita en mayo a la “Ciudad Romántica” para saludar la exótica ave. Y es que contra todos los pronósticos, el flamenco parece haber dejado a un lado la idea de la migración y decidió convertir a Camuy en su residencia, ignorando así los señalamientos científicos que apuntan a que su hábitat natural son las lagunas hipersalinas y no las charcas de agua dulce. Ave aventurera Pero este comportamiento aventurero no es algo fuera de lo común para un flamenco, explicó el ornitólogo Leopoldo Miranda Castro. “Usualmente son juveniles los que salen a explorar. Ellos ven un sitio húmedo desde arriba y van a explorarlo, es algo bien común. Si les gusta, se quedan”, señaló el director del programa de la Bahía de Chesapeake del Servicio federal de Pesca y Vida Silvestre. El experto en el estudio de aves sostuvo que en Puerto Rico abundaban los flamencos hasta principios del siglo XX, cuando la cacería excesiva los extirpó de la región. Desde entonces, se han visto pocos especímenes en la Isla. “Una de las cosas en cuanto a la biología de los flamencos es que son aves sociales, así que tener un individuo solo es bueno porque está allí, pero para ellos comenzar a anidar se necesita un número mínimo que por lo general es de dos a tres docenas”, expresó Miranda Castro, alejando así la posibilidad que el flamenco solitario establezca pronto una familia en el lugar. Datos curiosos Es un ave acuática alta y esbelta, de cuello y patas muy largos. Es reconocido por el color de su plumaje, que puede variar desde el rosa hasta el escarlata brillante. Tiene un pico curvado que tiende a ser más grande que su cabeza. Los flamencos suelen vivir en grupos de cientos de individuos. Hábitat: lagos, lagunas y marismas litorales. Distribución: Zonas de África, sur de Europa y Asia. Además se puede encontrar en algunas islas del Caribe (como Cuba y República Dominicana), México y las Islas Galápagos.