Alerta ante ameba que come tejido cerebral

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Carmen Millán Pabón / End.cmillan@elnuevodia.com endi.com Aunque es remota la posibilidad de que en la Isla se registren casos de contagios o muertes por la ameba que se alimenta del tejido cerebral, la epidemióloga del Estado, Enid García Rivera, exhortó a los profesionales de la salud a estar atentos y ser cuidadosos al emitir diagnósticos. García Rivera pidió que se preste especial atención al historial de viaje de los pacientes que muestren síntomas relacionados con el microorganismo conocido como Naegleria fowleri, que ha ocasionado seis muertes en lo que va del año en Estados Unidos, en Florida, Texas y Arizona. Entre el 1995 y el 2004 murieron 23 personas en ese país. A pesar de estas cifras, la funcionaria fue enfática al asegurar que el aviso no debe ser motivo de histeria para la ciudadanía. Los síntomas iniciales incluyen dolor de cabeza, fiebre, náuseas, vómitos y rigidez en el cuello. A medida que la ameba va destruyendo el tejido cerebral, los síntomas progresan a confusión, falta de balance, alucinaciones y convulsiones. Según el Centro Nacional para el Control y Prevención de Enfermedades, este organismo vive en la corteza superior de sedimentos de barro en el fondo de lagos y charcas. Entra al cuerpo a través de la nariz. La Naegleria fowleri -la única especie de las Naeglerias que hasta ahora es capaz de infectar a los humanos- se encuentra en cuerpos de agua dulce calientes, como lagos y ríos; aguas geotermales, como manantiales de agua caliente; agua tibia desechada por plantas industriales, piscinas con poco cloro y en el suelo. La infección es más común durante los días de verano secos, cuando la temperatura del ambiente es caliente, el agua es tibia y el nivel de agua es bajo. “Nosotros tenemos el clima idóneo, pero no los lagos como en Estados Unidos. En los meses calientes tenemos lluvia que no deja que bajen los niveles de los cuerpos de agua”, añadió García Rivera. La epidemióloga aseguró que, de haberse dado algún caso en la Isla, se hubiera registrado, ya que la condición desemboca en una rara meningoencefalitis que está bien descrita en la literatura. García Rivera descartó que se haya ignorado en la Isla alguna muerte por la ameba durante procesos de autopsia, ya que el daño al cerebro es notable y específico. “No es que la gente no pueda bañarse en piscinas, si están limpias. Lo importante es darle seguimiento. Que los profesionales de la salud se mantengan al día en este tipo de infecciones. Buscar en el historial de los pacientes, si ha viajado, si se ha bañado en aguas termales en otro país, y no crear histeria”, dijo. A la vez, recalcó la importancia de que los profesionales de la salud sepan que existe esa condición y otras que puedan estar ocasionadas por organismos no usuales. Para más información, visite http://www.cdc.gov/ncidod/dpd/parasites/naegleria/factsht_naegleria_sp.htm.