Avanza lucha por un bosque de Toa Baja

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Por Patricia Rivera Meléndez / privera@elnuevodia.com endi.com TOA BAJA - Hace poco más de dos años, los vecinos de la urbanización El Plantío, en este municipio, iniciaron un pleito contra un desarrollador que quería construir un complejo de “walk ups” en un mogote de alto valor ecológico adyacente a sus residencias. Tras varias manifestaciones, un procedimiento judicial y una intensa negociación con el desarrollador, finalmente lograron que el municipio de Toa Baja adquiriese ayer, “para su conservación y preservación”, las 4.7 cuerdas de terreno donde el proyectista Freddy Peguero Maldonado pretendía construir 57 unidades de vivienda, un área de estacionamiento para más de 100 vehículos, cancha de baloncesto, piscina y otras áreas recreativas. El costo de la transacción ascendió a $800,000, provenientes de un préstamo al Banco Gubernamental de Fomento y de fondos del Ayuntamiento. “El logro es de toda la comunidad. Nosotros estamos más que jubilosos de que se haya dado este paso, que sigue, porque seguiremos luchando por la conservación del bosque”, afirmó Ileana Pérez, vice presidenta del grupo Ciudadanos Pro Bosque del Plantío, luego de una ceremonia protocolar en el terreno adquirido. Ahora, dijo Pérez, tienen que evaluar con el ayuntamiento y con el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales posibles alternativas para manejar los terrenos. El alcalde de Toa Baja, Aníbal Vega Borges, aseguró que solicitará propuestas a instituciones sin fines de lucro, como el Fideicomiso de Conservación, que apoyen a la comunidad en el manejo de los terrenos. “La intención es manejar un proyecto ecoturístico, pero acorde con el deseo de la comunidad”, dijo. Sin embargo, ése es un punto de controversia entre la comunidad. Por un lado, la Asociación Recreativa de Residentes de la Urbanización El Plantío (Arrepi) entiende que los vecinos deben manejar los terrenos del bosque de una forma limitada para evitar que la comunidad se afecte con la entrada y salida de público. “La intención es preservarlo, tal y como está, en su forma original. Tendremos que trabajar en esa estructura... Entendemos que las visitas tienen que ser controladas porque, si no, no beneficiaría a la comunidad”, opinó Lydia Camacho, presidenta de Arrepi. Por su parte, los integrantes del grupo Ciudadanos Pro Bosque del Plantío, que originalmente surgió como un sub comité de la organización de residentes, entiende que, aunque el acceso a los terrenos debe ser controlado, hay que compartir su riqueza natural con el resto de los ciudadanos y con la comunidad científica. “(Proponemos) que sea un comanejo entre la comunidad, las agencias, (el Departamento de) Recursos Naturales y el municipio, pero que sea para el disfrute de esta generación que está subiendo. Algo controlado, pero entendemos que ésto no es de nosotros nada más”, manifestó, en un aparte, la Vicepresidenta de Ciudadanos Pro Bosque del Plantío. En lo que ambas organizaciones coincidieron con el Ejecutivo toabajeño fue en la necesidad de que el ayuntamiento compre otras 32 cuerdas adyacentes, donde el propietario, Waldemar Fernández, propone construir un lote industrial. En ese sentido, Vega Borges adelantó que, aunque aún negocia el precio de la transacción, espera una posible asignación de fondos federales para completar la adquisición. “Las otras 32 cuerdas, Waldemar Fernández las quería desarrollar como un área industrial para negociar la venta, pero les dijimos claramente que no. Nada cerca de los mogotes”, expresó Vega Borges, quien no descartó la expropiación. Las organizaciones comunitarias buscan también la aprobación de un proyecto de ley que designaría como un bosque urbano la totalidad de las 80.33 cuerdas de terreno que componen el Bosque del Plantío, ubicado en el barrio Candelaria. La Legislatura aprobó un proyecto similar en agosto pasado, pero el gobernador Aníbal Acevedo Vilá le dio un veto de bolsillo porque la medida no establecía el límite de los terrenos a conservar.