Buscan pistas sobre el Alzheimer

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Mildred Rivera Marrero
El Alzheimer, que en Puerto Rico es la cuarta causa de muerte, tiene muchos factores de riesgo que pueden influir en el cerebro. (Archivo / GFR Media)

Mucho es lo que se habla del Alzheimer y poco sobre los estudios que se realizan en la Isla con el objetivo de detener o disminuir el progreso de esa enfermedad. Sin embargo, son varias las investigaciones en curso y la más reciente de ellas está reclutando voluntarios.

Se trata del estudio Amaranth, el cual probará un medicamento que ataca el Alzheimer en su fase más temprana, pues evita que se formen las placas de la proteína amiloide que se deposita en el cerebro y destruye las neuronas. Es el estudio de una farmacéutica, que también se está haciendo a nivel de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH), explica la geriatra e investigadora Ivonne Jiménez Velázquez, quien dirigirá la iniciativa. 

“El estudio pretende estudiar un grupo de 2,200 personas en distintas partes del mundo, incluyendo Europa, Asia, Australia, Estados Unidos y Argentina. En cada lugar se escogen de 10 a 25 participantes”, indica la también directora del Centro de Investigación en Geriatría del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico (UPR).

Las personas interesadas serán sometidas a estudios médicos para determinar si cualifican y, una vez aceptadas, deberán tomar una cápsula diaria del medicamento en prueba por un período de dos años. Jiménez explicó que el medicamento que se utilizará ya está en su fase tres de desarrollo, lo que significa que “ya ha pasado las pruebas de seguridad de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA), y se han hecho otros estudios con este medicamento y se ha probado que son bastante efectivos”.

Para participar en el estudio, las personas deben tener entre 55 y 85 años de edad, contar con un diagnóstico de enfermedad de Alzheimer en etapa temprana o deterioro cognoscitivo leve (MCI) y haber tenido un cambio gradual y progresivo en la memoria por más de seis meses (que será evaluado para determinar si es Alzheimer). Además, debe tener un pariente, amigo o cuidador que lo pueda acompañar a lo largo del estudio.

Jiménez advierte que, cuando se habla de pérdida de memoria, no se trata del olvido pasajero de una palabra o nombre que ocurre frecuentemente según avanza la edad. Se trata del olvido de datos relevantes, especialmente recientes, que no se recuerdan más, de conversaciones repetitivas y de posibles momentos de desorientación en lugares conocidos. “Un diagnóstico temprano ayuda a comenzar tratamiento y a prepararse para el futuro”, sostiene la investigadora.

Para el estudio, cuyas pruebas iniciales se realizarán en el Centro Médico de Río Piedras, se estarán reclutando voluntarios hasta julio. Los interesados pueden llamar al (787) 758-2525, ext. 1988 o escribir al correo amaranthrcm@gmail.com.

El Alzheimer, que en Puerto Rico es la cuarta causa de muerte, tiene muchos factores de riesgo que pueden influir en el cerebro, incluyendo el estilo de vida sedentario, la dieta inadecuada o mala nutrición, toxinas ambientales, estrés crónico, abuso de alcohol o cigarrillo y la genética, de acuerdo con la doctora Jiménez.

Segunda fase en Bayamón

Relacionado con este último factor, está otro estudio que comenzó en 2006 en Bayamón y el cual próximamente entrará en su tercera fase. En el estudio, conocido como Alzheimer Demential International 10-66, participaron 2,000 personas de 65 años o más como parte de una investigación internacional que se hizo para determinar prevalencia e incidencia de demencia.

Hallazgos encontrados en 2010 revelaron que la cantidad de personas diagnosticadas con Alzheimer en ese grupo de Bayamón era de 11%. Eso representó la proporción más alta de todos los países que participaron del estudio, aunque comparaba con Cuba y República Dominicana. Asimismo, el estudio reveló que uno de cada 10 participantes tenía historial de demencia en su familia, 21.5% tenía historial de depresión y uno de cada cinco estuvo deprimido, mientras el 22% contaba con un diagnóstico de depresión.

En esta nueva etapa, Jiménez y su equipo de investigación visitarán nuevamente a esos 2,000 participantes, además de algunos nuevos, para realizar pruebas médicas y cognitivas y evaluar factores de riesgo para problemas de memoria. “Esta vez se evaluarán nuevos indicadores de fragilidad en el envejeciente como los telómeros, que son los extremos de los cromosomas. Se ha descubierto que el estrés acorta los telómeros. Si pudieran prolongarse sería como encontrar la fuente de la eterna juventud”, declara la investigadora.

Respecto a los estudios que se hacen sobre demencia, Jiménez afirmó que “es muy importante que se realicen en Puerto Rico, ya que publicaciones recientes resaltan la gran cantidad de casos que se detectan en los hispanos. Un reporte publicado el 27 de febrero en UsAgainstAlzheimer’s predice que la proporción de latinos de 65 años en adelante en Estados Unidos aumentaría 224% desde 2008 al 2030, comparado con un alza de 65 % en los blancos no latinos. Otra proyección publicada es que el número de latinos con demencia tipo Alzheimer aumentará 832% en las próximas cinco décadas -de 379,000 en el 2012 a 3.5 millones en el 2060. Nuestra herencia española y la alta incidencia de depresión en la Isla contribuyen a estas estadísticas.

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