Centinela de la atmósfera

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Por Mario Alegre Barrios / malegre@elnuevodia.com A los 8 años supo con certeza lo que quería hacer de su vida cuando fuese adulta. Eso fue en septiembre de 1996, mientras la furia del huracán Hortensia estremecía la casa de madera donde vivía con sus padres en Quebradillas. La vida que Alina del Mar Nieves Miranda soñó en medio de aquella pesadilla ayer comenzó a convertirse en realidad, con su primer día de trabajo como meteoróloga interna del Servicio Nacional de Meteorología -adscrito a la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA)-, en la Oficina de Pronóstico del Tiempo de Corpus Christi, Texas. La joven graduada de física y meteorología del recinto Universitario de Mayagüez -y que hasta diciembre pasado trabajó como estudiante de SCEP (“Student Career Experience Program”) para la oficina del Programa de Alerta de Tsunamis del Caribe, con la doctora Christa G. von Hillebrandt- asegura que esta mudanza a Texas es algo que concreta una de sus grandes ilusiones, como parte de una inquietud que comenzó a forjarse precisamente cuando la visita de Hortensia castigó severamente la costa noroeste de Puerto Rico. Aunque ya han pasado más de quince años, Alina recuerda claramente aquel día del huracán: el ruido de la débil estructura de madera a merced de los vientos, el crujido de las planchas de lámina del techo al separarse de los paredes, el agua que inundaba la sala por debajo de la puerta… “Eso me marcó -asevera- y desde entonces me propuse saber cómo funcionaban esos fenómenos, por qué sucedían y cómo ayudar a prevenir que provocasen catástrofes y muertes”. Aquella decisión de Alina se conjugó con una vocación innata por las ciencias, con su pasión por la naturaleza y sus secretos y con su curiosidad galopante en pos de las respuestas a todos los porqués posibles, elementos que se conjugaron -primero- con la inspiración de su madre bióloga y su padre agrónomo, y -más tarde- con el estímulo y consejos de la doctora Von Hillebrandt, a quien reconoce como su “amiga y mentora”. En la evaluación que hace del trabajo de Alina, la doctora Von Hillebrandt señala que la joven excedió “las expectativas para un participante del Student Career Experience Program”, destaca su “inteligencia, perseverancia, dinamismo y alto sentido de responsabilidad”. “Christa ha sido muy importante en esta parte del proceso y le tengo un cariño inmenso”, nos dijo Alina ayer por teléfono desde Corpus Christi. “Hoy mismo me envió un correo electrónico para desearme mucha suerte”. Fundamental el trabajo Pese a que pudiese parecer lo contrario, Alina afirma que es una estudiante solo promedio. “En verdad no soy la mejor estudiante”, asevera con sinceridad. “Lo que sí hago es trabajar mucho. Si me ponen algo de frente, aunque no sepa hacerlo no descanso hasta que lo consigo y, una vez lo logro, intento hacerlo, pero mejor. Quizás eso me hace diferente a un estudiante de cuatro puntos. Aunque tener las mejores notas claro que ayuda, creo que es mejor saberse desenvolver, tener una voluntad enorme... y trabajar, trabajar y trabajar con pasión… con pasión todo, sin ella, nada”. Como meteoróloga interna en la Oficina de Pronóstico del Tiempo de Corpus Christi, Alina tiene como responsabilidad fundamental el envío diario de una radio sonda con sensores que hacen un perfil diario de la atmósfera. “Pero, sobre todo, aprender y entrenarme para estar preparada y, al cabo de un año, más o menos, ser promovida como pronosticadora”, finaliza. “Todo ha sucedido muy rápido y aún me parece como un sueño”.