De vida o muerte la confianza

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Por Mildred Rivera Marrero / end.mrivera1@elnuevodia.com endi.com La recomendación de un amigo o familiar o el referido de un galeno son suficientes para que los boricuas confíen en sus médicos, ya que no verifican las certificaciones profesionales. Así lo afirmó un grupo de personas entrevistadas por El Nuevo Día Domingo, algunas de las cuales señalaron que no sabrían qué hacer para corroborar la legitimidad de las credenciales del médico. Esa legitimidad ha quedado en entredicho desde que una investigación legislativa reveló serias irregularidades en el otorgamiento de licencias por parte del Tribunal Examinador de Médicos, entre ellas, la alteración de los resultados de la reválida. De hecho, la Fiscalía federal conduce una pesquisa sobre 120 médicos que supuestamente obtuvieron su licencia de manera fraudulenta. Tradicionalmente, la sociedad otorga amplia credibilidad a la figura del médico. Sin embargo, en los últimos años han aumentado los reclamos contra los galenos y se creó la Oficina del Procurador del Paciente, que promueve la defensa de los derechos de esos ciudadanos. “En verdad, por lo general, nadie investiga si las credenciales son genuinas o no. Normalmente, uno va confiando en que esté bien cualificado”, señaló Jorge Casanova, que va al mismo médico desde hace 34 años. El hombre afirmó que no sabría a dónde acudir para verificar sus certificaciones. “No, creo que no. El pueblo no está informado en ese sentido. Fíjese que ahora mismo dicen que ni el Colegio de Médicos Cirujanos sabe quién está cualificado correctamente”. Fransheska Félix reconoció que “de verdad, que no” investiga a sus médicos. “Utilizo el del IPA, de los que me asigna y de los que me dan a escoger. Espero que sea de los mejores que haya y que me de un buen servicio”. Thyrma Quiñones dijo que sólo va a dos médicos. “Mi neurólogo me refirió al endocrinólogo. Pero, son personas que son conocidas ya y referidas de otras personas que yo conozco, que saben quiénes son. Tú engranas en un grupo de personas por referencia”. Mientras, Cándida Ortiz Ramos reconoció que “nunca” verifica la calificación profesional del médico que visita. “Uno mira a veces los diplomas que están en la pared. (Voy) por referencia casi siempre porque mi hija, como es enfermera, conoce a muchos médicos y, por medio de ella, yo conozco, más o menos”. Por su parte, Jorge Concepción también busca referencias de otras personas. “Yo voy al Hospital del Maestro y pregunto: ‘cuál es el mejor doctor que ustedes tienen aquí’. No voy a doctores en oficinas privadas porque hemos tenido malas experiencias. Los que hemos visitado sin referencia es porque hemos tenido una emergencia. En dos ocasiones, estuve a punto de perder a un hijo”. Recordó que un médico le inyectó un medicamento a su hijo para el asma, a pesar de haberle advertido que eso no era lo que tenía. Tuvo que ir a una sala de emergencia. “Lo que pasa es que lo menos que uno puede pensar es que un charlatán se puede hacer pasar por un profesional. La ley tiene que ser más fuerte porque están jugando con la salud del pueblo”, indicó Concepción. América Martínez tampoco se fija en las credenciales médicas. “No. (Mi médico), yo digo que es bueno porque me ha atendido muy bien. Yo tengo diabetes y hace ocho meses me la tiene controlada y el colesterol y la presión. La doctora de cabecera mía me lo recomendó”, dijo. Mientras, Benjamín Santiago dijo que asiste a médicos “que yo sé que están bien. Los conozco personalmente o algunos (los conozco) por referencia. Confío 100% en ellos”, afirmó.