Eslabón boricua entre ciencia y empresarismo

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Por Marie Custodio Collazo / mcustodio@elnuevodia.com El Nuevo Día Los laboratorios del puertorriqueño Mariano García Blanco podrán estar en Carolina del Norte y Singapur, pero su trabajo no logra desligarse de sus raíces boricuas. Aunque su equipo realiza investigación básica, las aplicaciones de sus trabajos repercuten en Puerto Rico. Por ejemplo, si consigue evitar el contagio del dengue, o si sus descubrimientos llevan a desarrollar mejores tratamientos para el cáncer de próstata y la esclerosis múltiple. “Hace seis años decidí aplicar todos mis conocimientos en un virus de importancia mundial y que se relaciona al lugar del que vengo: Puerto Rico”, relata García Blanco, nacido y criado en la Isla. La investigación del dengue se amplió para incluir fiebre amarilla, que al ser transmitida por el mismo mosquito, técnicamente, podría afectar a Puerto Rico. La idea es identificar los factores humanos que le permiten a esos virus crecer en las células. “Los virus son organismos supersencillos, usan nuestra información para vivir... si puedo desarrollar un medicamento que inhiba el factor, puedo eliminar la enfermedad”, explica García Blanco. Luego de trabajar y adiestrarse en las universidades de Yale y MIT, al presente enseña y tiene dos laboratorios en Duke, uno en el campus principal de Carolina del Norte y otro en el de Singapur. También es profesor en el Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico. “Paso mucho tiempo en un avión”, resalta. Aunque su prioridad es la investigación y la academia, el trabajo del laboratorio ha derivado en dos aventuras empresariales. La más reciente, Singapore Advance Biologics (SABio), surgió por la dificultad que encontró su laboratorio en Singapur para conseguir los materiales biológicos que necesitan para la investigación. “En el suereste de Asia no había un distribuidor de estos materiales. La meta de SABio es llegar al mercado de China”, dice García Blanco y menciona que el 50% del capital lo aportó el gobierno de Singapur. La primera empresa que co-fundó, Intronn, estaba dedicada a desarrollar terapia genética y fue adquirida en el 2007 por una firma de biotecnología VIRxSYS. García Blanco también es miembro de la junta de directores del Fideicomiso de Ciencia, desde donde espera ayudar a crear las condiciones para que se haga en la Isla investigación de alto calibre, como la suya.

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