Fuente de mitos el universo

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Por Fernando L. Renaud / Especial El Nuevo Día El Nuevo Día Tratemos por un minuto de imaginar cómo los primeros seres humanos se sentían ante el espectáculo de un cielo estrellado: la luna llena en todo su esplendor, Venus al atardecer, y la Vía Láctea como una extensa mancha blanca que se extendía por el firmamento. Entonces comprenderemos por qué nuestros antepasados pensaron que el cielo era la morada de los dioses, y que eclipses, estrellas fugaces y cometas eran presagios de eventos terribles. Así comenzó la astrología o creencia de que los astros influyen en la vida de los seres humanos, idea sostenida por diferentes culturas como la hindú, la china y la maya; y por muchos en occidente aun en nuestros tiempos. Pero el ser humano es imaginativo y siente una gran curiosidad por el mundo que le rodea. Fue en la antigua Mesopotamia que se comenzó la observación sistemática de los astros, permitiendo reconocer la naturaleza periódica de los eventos celestiales, y así comenzó la astronomía, el estudio de las reglas que rigen el cosmos. Por lo tanto, la astrología y la astronomía al inicio fueron disciplinas hermanas, pues tuvieron un origen común. Los sacerdotes de Mesopotamia fueron los primeros “científicos”, pues su catálogo de observaciones les permitía predecir eventos como eclipses y también, por asociación, “desastres”. Estos conocimientos de astronomía se difundieron luego a otras culturas, como la egipcia, la griega y la romana Los antiguos griegos llevaron la astronomía a un mayor grado de sofisticación: Aristóteles propuso que el universo consistía de esferas concéntricas, en donde giraban los planetas alrededor de la Tierra, Eratóstenes estimó con gran precisión la circunferencia de la Tierra, y el modelo geocéntrico de Tolomeo prevaleció en occidente hasta que en el Renacimiento ocurrió la revolución de Copérnico. Este último postuló que la Tierra giraba alrededor del sol, idea que fue luego expandida por Galileo y Kepler. La revolución más grande de nuestro concepto del cosmos ha ocurrido en el siglo 20. En primer lugar se descubrió que nuestro planeta forma parte de una galaxia, la Vía Láctea, formada por billones de estrellas; y que ésta es una de miles de galaxias en el universo. En segundo lugar se encontró que el universo se está expandiendo, y nuestra galaxia se está alejando de las otras. Esta expansión se debe a una explosión que ocurrió hace billones de años, el “Big Bang”, y en la cual se generó toda la materia del universo. Finalmente hallazgos recientes han demostrado la existencia de planetas (exoplanetas) en otras estrellas, algunos de los cuales podrían albergar vida. En contraste con la astronomía, ¿qué grandes descubrimientos se han hecho en el último milenio en la astrología? ¿Qué experimentos clave se han hecho que comprueben que los astros influyen sobre el comportamiento humano, fuera de impresiones subjetivas? Sí, hay una fuerza extraterrestre que influye sobre nuestro planeta: la fuerza de gravedad. Ésta es responsable de que nuestro planeta se mantenga alrededor del sol, y de las mareas causadas por la luna. Pero los planetas y las estrellas se encuentran demasiado distantes para tener influencia alguna sobre nosotros: Júpiter está tan lejos que su luz tarda alrededor de 15 minutos en llegar a la Tierra viajando a 300,000 kilómetros por segundo, y la luz de la estrella más cercana a nosotros, Alfa Centauri, ¡tarda 4 años en llegar a esa velocidad! De manera que no existe ninguna posibilidad de que objetos tan lejanos influyan sobre nuestro planeta, y mucho menos sobre nuestro comportamiento. La astrología es una seudociencia, en donde la sicología del que lee el horóscopo es más importante que lo que éste dice.