Gestan edificios verdes

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Por Liz Yanira Del Valle / Especial El Nuevo Día endi.com Verde que te quiero verde. Como el gran poeta granadino Federico García Lorca, así desean construir los edificios en Puerto Rico: “Verdes”. La iniciativa es del Instituto de Ingenieros Civiles del Colegio de Ingenieros y Agrimensores de Puerto Rico. La misión de dar a conocer e introducir el concepto de edificaciones sostenibles va más allá de una pintura verde, tres árboles, una fuente y nombres rimbombantes. Según Miguel Torres Díaz, presidente del Instituto, ya es tiempo de que Puerto Rico se inserte en la corriente global que procura lograr eficiencia energética y diseño sostenible en la construcción, además de romper con el estigma de que los ingenieros civiles sólo siembran cemento. “Hay una nueva generación en esta profesión que están preocupados e involucrados en el tema ambiental, en poner esta carrera a dar sustento a las necesidades básicas de la humanidad y considerar toda esta problemática del calentamiento global”, aseguró Torres Díaz. El líder del Instituto insiste en que un buen paso para comenzar con estos objetivos es introducir a la Isla el programa de LEED (Líder en Eficiencia Energética y Diseño), que no es otra cosa que la norma internacional aceptada y desarrollada por el Consejo de Edificios Verdes de los Estados Unidos (USGB, por sus siglas en inglés). “La certificación LEED distingue proyectos de construcción que han demostrado un compromiso con la sustentabilidad al cumplir con los más altos estándares de rendimiento”, dijo. Torres Díaz explicó que dicha certificación se aplica a proyectos de construcción donde se hace énfasis en estrategias de sustentabilidad tales como considerar el grado de ocupación del terreno; reducir su fragmentación, prevenir las emisiones tóxicas, realizar estudios geobiológicos y conservar áreas naturales y la biodiversidad. Otros requisitos incluyen la selección adecuada de materiales, prohibiendo los que son peligrosos; el uso preferible de recursos renovables; uso eficaz de recursos no renovables; que se potencie la reutilización y reciclaje; el empleo de materiales con bajas emisiones tóxicas, transformabilidad y flexibilidad; la gestión de manejo eficiente ante el uso del agua y de la energía; planificación en el control de residuos; desarrollo de la atmósfera interior saludable y una eficiencia en la calidad y el costo del proyecto. Países que dan paso al frente Al presente, en Panamá existe el desarrollo del primer edificio verde en ofrecer la integración de los principios expuestos por el programa LEED. La estructura ubicará a unas cuadras de la Avenida Balboa y el Parque Urraca. Josef Newman, socio de la firma constructura de dicho proyecto, al momento de inaugurarlo, dijo que “encontrar soluciones innovadoras a los complejos problemas de infraestructura y las complicaciones que se puedan presentar en el futuro, es una necesidad cuando se está desarrollando un proyecto. Las prácticas de Construcción de Edificios Verdes ayudarán a la Ciudad de Panamá a incrementar su crecimiento y a estar a la altura de países del primer mundo”. España posee ya su Consejo de Construcción Verde, institución sin fines de lucro que promueve el desarrollo de edificios rentables y sostenibles en la industria de la construcción. El mismo se rige incluso por la certificación LEDD. En partes de prensa, el presidente del Consejo, Aurelio Ramírez, señaló que la edificación sostenible es absolutamente rentable, pues “en diez años, sólo en ahorro de energía se cubren los costos que se invirtieron”. La edificación sostenible es un proceso “multiescalar”, según Ramírez, ya que comienza en la construcción de un edificio en un barrio, se extiende a la ciudad, al ámbito regional y al estatal. En este proceso se produce “una cooperación e integración entre el sector público y el privado, se fomenta la innovación, además de contribuir a cumplir con (el protocolo de) Kioto”, puntualizó Ramírez. El Presidente del Consejo de Construcción Verde de España citó como ejemplo de emplazamiento sostenible la ciudad olímpica de Sydney. En esta se ha recuperado un vertedero industrial que se ha destinado a la construcción de viviendas ecológicas y espacios verdes y de recreo. El proyecto incluye los electrodomésticos eficientes en los hogares y el filtrado y limpieza de aguas grises. “En este lugar el ahorro de energía alcanza 50%” en comparación con un barrio común, explicó. Para Torres Díaz, es lógico que los profesionales relacionados con la industria deben reunirse para acordar y ajustar ciertos modelos de LEED a nuestro clima y realidad geográfica, asunto que no impediría el desarrollo del concepto. Dos ejemplos en EE.UU. En Estados Unidos, Chicago lleva la delantera en el empleo del sistema LEED. Su gran defensor es el arquitecto John Albrecht. Actualmente, el ayuntamiento propulsa los “Chicago Standars”, con los que se promueve la construcción sostenible tanto de edificios públicos como en el sector privado. Este año se han inaugurado una comisaría y dos bibliotecas. En la ciudad de Hartford, Connecticut, existe un buen ejemplo de estas edificaciones verdes a bajo costo. Conocidas como “Hartford Area Habitat for Humanity”, la urbanización consta de 33 complejos dobles (duplex) cuyas unidades poseen 1,250 pies cuadrados y fueron vendidas por $88,000. Las casas de una de las calles del complejo ubican donde antes estaba el estacionamiento de una fábrica. Para el presidente del Instituto de Ingenieros Civiles, es importante recalcar que la construcción sostenible trata no sólo de una selección adecuada de materiales y procesos de construcción, sino también considera el entorno urbano y su desarrollo. Este concepto requiere planificación y comportamiento social, hábitos, conductas y cambios en el empleo de los edificios para así aumentar su vida útil. Se relaciona con el diseño arquitectónico y la obtención de las materias primas. Según Torres Díaz, en estos planteamientos sobre los efectos del calentamiento global no se pueden relegar los impactos de la construcción tanto en el medio natural como en la economía, la salud y la productividad. “Los edificios son responsables aproximadamente de 36% del uso total de la energía, 65% del consumo de electricidad, 30% de las emisiones de los gases que causan el efecto invernadero, 30% del uso de materias primas, 30% de los residuos que van a vertedero y 12% del uso del agua potable”, señaló. Torres Díaz aseguró que ya el Instituto de Ingenieros Civiles ha realizado acercamientos a la Asociación de Constructores de Hogares de Puerto Rico y la Asociación de Contratistas Generales, entre otras, para lograr involucrar a todos los sectores de la industria en estas esperanzadoras construcciones verdes. “Por algún lado tenemos que comenzar porque si no, nos vamos a quedar bien relegados, asunto muy lamentable no sólo para la industria, sino para el País en general”, enfatizó.