Ignoran origen de la marea negra

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Por Sandra Caquías Cruz / end.scaquias@elnuevodia.com endi.com GUÁNICA - Sobre las aguas costeras de Guayanilla y Guánica flota desde ayer una cantidad sin determinar de un combustible derivado del petróleo y que comenzó a afectar la vida marina y amenazaba con causar graves daños ambientales a las playas de ese litoral y al Bosque Seco de Guánica. La enorme mancha de combustible, que en la tarde se había fragmentado en parchos, se extendía desde el área de Punta Ventana en Guayanilla hasta la Playa Tamarindo, en Guánica. El material se fue fragmentado durante el día y la zona impactada cubría desde la bahía de Guayanilla hasta la de Guánica. El derrame, descubierto en la madrugada de ayer por un pescador de Guánica, cubrió aproximadamente tres millas de largo y tenía 500 pies de ancho. Ocurrió a alrededor de milla y media de la costa. El secretario de Recursos Naturales y Ambientales, Javier Vélez Arocho, informó que el derrame se sospecha ocurrió en horas de la tarde del miércoles. El espeso combustible fue comparado con el 'bunker C'. Ése es el material que utilizan las calderas de la termoeléctrica de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) en Guayanilla y el que recibe la petroquímica Corco. Ambas empresas negaron tener relación con el derrame y nadie más se responsabilizó con el accidente. La Guardia Costera asumió jurisdicción en la investigación y limpieza de esa costa caribeña. Ricardo Castrodad, oficial de prensa de la Guardia Costera, informó que establecieron un fondo de emergencia con el cual contrataron a la compañía Gama Oil y National Response Corp. (NRC) para evaluar el área afectada y realizar las labores de limpieza. “Estamos respondiendo a la escena para contener, recoger y evitar que el daño se propague”, dijo. Indicó también que comenzaron una investigación para determinar el tipo de material derramado, cómo sucedió y quién causó los daños. Esos resultados tardarán varios días. En las labores de limpieza también trabaja personal del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA). Castrodad reiteró que ignoran la cantidad de combustible derramado. Por su parte, Wilfredo Vargas, inspector de la Junta de Calidad Ambiental que rastreó por tierra la zona, dijo que “con el simple hecho de que hay un material que amenaza la vida, la flora y la fauna, entendemos que es una emergencia (ambiental)”. La mayor inquietud con este derrame, explicó Vélez Arocho, es el impacto al ecosistema en esa región, hábitat de manatíes y de tortugas marinas. Miguel Canals, biólogo del Bosque Seco de Guánica, dijo que las primeras áreas afectadas con el combustible que llegó a la orilla fueron los acantilados del sector que se conoce como Bosque Enano y la Playa de Bruno, donde se reproduce el sapo concho. Explicó que “si por desgracia este derrame llegase al área de playa” la peor parte se la llevaría el área de las tortugas marinas, la playa rocosa, los arrecifes de coral, las praderas de talasia y el manglar. En el área del derrame, destacó, hay una “población grande” de tortugas marinas, tanto de concha como tinglar, una variedad de aves acuáticas, el manglar con sus cangrejos y los erizos los arrecifes de coral. “Si esto llega a la orilla como pensamos, sí podría tener unas serias consecuencias”, dijo. También indicó que el fin de semana que se aproxima es largo y los ciudadanos lo utilizan para visitar esas playas, por lo que el cierre representa un impacto negativo en el comercio y la economía de la zona. “Va a tener un serio impacto económico”, advirtió. Por su parte, Roberto Gratacós, gerente de la petroquímica Corco, informó que inspeccionó estructuras y muelles y no encontró indicadores de un derrame de combustible. Explicó que en sus costas hay dos buques que llegaron a descargar material, uno el domingo y otro el miércoles, pero que personal de la Guardia Costera lo visitó y no hallaron indicios de derrame. Uno de esos barcos se encuentra anclado mientras le realizan reparaciones mecánicas y de la otra embarcación, debido a su tamaño, extraían -lo que llamó aliviamiento- el combustible que se llama 'bunker C' para transportarlo en barcazas a Corco. El 'bunker C' es un aceite derivado del petróleo que se utiliza como combustible para generar vapor de agua y mover las turbinas y el generador que produce la electricidad. El que llega a Corco es transportado por tubería hasta la central termoeléctrica de Guayanilla. Otra parte lo transportan en barcaza hasta la planta de Aguirre. Por su parte, la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) rechazó que el derrame este relacionado a las operaciones en su plantas de Guayanilla. “Nuestro personal inspeccionó las áreas aledañas a nuestras instalaciones y no encontraron nada irregular. Verificamos que ni ayer ni hoy hubo ningún tipo de transferencia de combustible”, dijo Nitza Vázquez, representante legal de la Oficina de Planificación y Protección Ambiental de la AEE.