Investigadora busca las mejores variedades de tomate

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Por: 

Gerardo E. Alvarado León
La agrónoma boricua Jasmine López Arvelo trabaja como investigadora evaluando híbridos de tomate en varios estados con el fin de encontrar una variedad casi ideal para cada tipo, que sea resistente a las enfermedades más prevalentes. (Suministrada)

De adolescente, Jasmine López Arvelo pasaba largas horas en un vivero de plántulas de café, en San Sebastián, ayudando a su padrastro a llenar bolsitas de tierra. Un agrónomo los visitaba mensualmente y con solo mirar las hojas, podía determinar si había plagas o enfermedades y recomendar aplicaciones químicas o fertilizantes para resolver.

Fue así como surgió su interés por la ciencia y la agricultura, hasta el punto que completó un bachillerato en agronomía en el recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico, y una maestría en fitomejoramiento (“science plant breeding”) en Iowa State University, en el programa de educación a distancia.

En la actualidad, López Arvelo, de 37 años, labora en el Departamento de Investigación y Desarrollo de Lipman Produce, en Estero, Florida, donde se desempeña como asociada de fitomejoramiento.

Su función principal, explicó, es evaluar híbridos de tomate de diferentes localidades, como Florida, Virginia y Carolina del Sur, con el fin de encontrar una variedad casi ideal para cada tipo (roma, bola, cherry, uva, etc.) en cada sitio. Dicha variedad, añadió, debe ser resistente a las enfermedades más prevalentes en esa área y que aun preserve el tonelaje deseado.

“Entre mis funciones también está asistir con hacer selecciones de líneas en el campo para los diferentes programas en los que laboramos, buscando no tan solo resistencia a nivel de ADN (ácido desoxirribonucleico), pero también buscando variedades con buen color, sabor y tamaño ideal”, detalló López Arvelo, quien nació en Massachusetts, pero se crio en San Sebastián, y es la única boricua en su departamento.

López Arvelo contó que  durante su maestría, tuvo la oportunidad de trabajar en un proyecto que tenía como propósito buscar una relación entre un marcador físico y la herencia de dos resistencias a enfermedades en el tomate a nivel de gen. “Buscábamos si las resistencias venían vinculadas a ese marcador físico, y pudimos corroborar que hay un gen en particular que cuando es heredado, trae consigo las dos resistencias a enfermedades que son muy comunes en el noreste de Estados Unidos”, dijo.

“Estamos muy contentos con la investigación, ya que podemos trabajar para introducir nuevas líneas que luego serán utilizadas para híbridos. Para el agricultor, este representa un cultivo de tomate sano y menos pérdidas en tonelaje si las condiciones de enfermedad no se presentan”, apuntó López Arvelo, quien previo a Lipman Produce trabajó en Yoder (actualmente Syngenta).

De cara al futuro, López Arvelo aspira a convertirse en fitomejoradora o “breeder”, por lo que ahora adquiere cuanta experiencia y conocimientos pueda de sus superiores. Tampoco descarta regresar a Puerto Rico, ya que tuvo “tremenda experiencia” cuando hizo su práctica y trabajó a tiempo parcial en la Tropical Agricultural Research Station, en Mayagüez.

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