La bahía se vuelve cloaca

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Por Gloribel Delgado Esquilín / Especial para El Nuevo Día endi.com Las descargas constantes de aguas usadas a la Bahía de San Juan por una tubería ubicada a unos pasos de la Fortaleza son sólo la punta del iceberg de la contaminación marina que circula por esta zona. Según varios científicos y pescadores entrevistados por este diario, existe una combinación de factores en el área que complica el escenario para esa zona y las playas cercanas. El biólogo marino Edwin Hernández Delgado, coordinador del Grupo de Investigación del Arrecife de Coral de la Universidad de Puerto Rico, certificó el mal estado de las aguas costeras de San Juan y las implicaciones de su contaminación en la vida marina. “Aquí lo que hay es una combinación de factores que ha convertido a la Bahía de San Juan en una cloaca. Aquí han habido muchos abusos históricos en las cuencas que drenan la bahía”, expresó el biólogo. Las canalizaciones de los ríos, la remoción de la corteza terrestre, el desarrollo desmedido cerca de la costa, el movimiento constante de barcos, los derrames de combustible, los puntos de descargas ilegales, la Laguna San José y el relleno del Caño Martín Peña y su canal sin circulación, son algunos de los problemas principales en el área. “Soy pesimista, esto ni millones de dólares podrá recuperar la vida marina ahí”, manifestó el científico. “Adorno” engañoso Varios pescadores de la Villa Pesquera de La Coal en Puerta de Tierra insistieron que ese tubo, estratégicamente “adornado” con un muellecito, es un salidero de aguas usadas en los días de lluvia. “Si tiro mi tarraya allí, lo que sale es un sargazo brown maloliente”, dijo Pedro Rafael Gutiérrez, un pescador con más de 40 años de experiencia. “Con todos los millones que gasta el Gobierno, ¿cómo es que no resuelven esto”, se preguntó. Tanto él, como sus compañeros de oficio insistieron que la vida marina en esas aguas ha desmerecido. Las cocolías que abundaban a orillas de la bahía han desaparecido y ahora, para encontrar buen pescado hay que navegar mar adentro y llegar a zonas cerca de Culebra o de Dorado. Impacto ambiental Hernández Delgado alertó sobre las graves implicaciones ambientales a la vida marina y el riesgo a los bañistas. “Con o sin día de lluvia siempre sale (la descarga sanitaria)”. En términos microbiológicos cuando viene sin lluvia está más concentrado. He olido esa descarga en cualquier momento que estoy por ahí. Esa descarga es todo el tiempo. El volumen es menor cuando no llueve, pero claro que sale”, explicó el científico. Las implicaciones ambientales del manejo de las aguas sanitarias en la bahía fueron catalogadas por el científico en tres categorías: exceso de nutrientes, descarga de microorganismos y exposición a bañistas. “Al descargar el exceso de nutrientes, el fitoplancton y también las algas del fondo, crecen en competencias con los corales. Esa consecuencia tiende a cambiar la comunidad de arrecife a largo plazo, causando el crecimiento desmedido de las algas que eventualmente asfixian y matan al coral”, dijo el biólogo. Tanto ha sido el impacto a la vida marina, que esta área cerca de la boca del Morro casi no cuenta con arrecifes de coral. Según indicó el experto, la constante descarga de aguas usadas y otros problemas ambientales han limitado su crecimiento. “En esta bahía hay cambios de marea, algo que podría también afectar los arrecifes aledaños. que se pueden impactar con estos cambios”, explicó. Arrecifes en áreas como El Condado, la Playa del Escambrón, e Isla Verde también han demostrado el impacto de microorganismos a sus sistemas coralinos. Estudios científicos hechos en el área han demostrado que la incidencia de banda negra y de otras enfermedades en los corales están relacionados a bacterias que se alojan en los intestinos humanos.