A la vista el pez león

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Por Leyra E. González Pérez / lgonzalez@elnuevodia.com El Nuevo Día Ni uno ni dos. Fueron tres los peces león que el salvavidas Carlos Márquez apreció ayer al mediodía cuando por primera vez se lanzó al agua en busca del venenoso pez en el balneario de Punta Salinas en Toa Baja, reafirmando así la presencia de la peligrosa especie en las costas de la Isla. Interesado en conocer de primera mano la existencia del animal exótico, Márquez aprovechó su hora de almuerzo para sumergirse en el agua y confirmar la existencia del pez león en el balneario toabajeño donde ha laborado por los últimos seis años. “Estuve cinco meses fuera y cuando regresé al trabajo los rumores del pez en el área eran más fuertes pero nunca lo había visto”, relató el salvavidas de ocho años de experiencia. El hecho que el pasado 12 de mayo, una mujer de 27 años fuera atacada por el pez león (Pterois volitans) en Punta Salinas, tal y como reportó el Centro para el Control de Envenenamiento del Departamento de Salud, abonó a su curiosidad. “Dije: ‘Voy a ser si es verdad que está aquí’ y como supe que se pueden encontrar en el área de las piedras me fui al rompeolas con equipo de ‘snorkeling’”, especificó. Antes de nadar a la profundidad, Márquez alertó y le llamó la atención a un grupo de bañistas que se lanzaban al agua desde ese rompeolas sobre la posibilidad de que el pez león circulara por la zona. Pero no le hicieron caso hasta minutos después cuando logró cazar uno y se los mostró como evidencia. “Me tiré con pantalones y un pulpero, que es una varilla con un anzuelo al frente. Y pude alcanzar a ver tres. Uno entró a una cueva y lo pude agarrar. Lo tengo en el cuarto de los salvavidas pero pienso meterlo en alcohol para preservarlo. Lo interesantes que es sólo están a cinco o seis pies de profundidad”, detalló el hombre de 43 años de edad. Ayer todo el que visitó el balneario recibió una hoja de advertencia sobre la posibilidad de que el pez león nadara por las aguas cercanas. Algunos decidieron abandonar el lugar mientras otros afrontaron el riesgo, según comentó Marquéz quien mencionó que en el caso de que una persona reciba un pinchazo del pez debe buscar primeros auxilios y mantenerse en observación. En el caso que se comience a hinchar hay que llamar al 9-1-1. El veneno del pez león, oriundo del océano Índico y cuyo cuerpo está rodeado de espinas, puede ser mortal si el paciente es alérgico, no se atiende a tiempo o está inmunocomprometido. Su presencia en Puerto Rico se detectó en el 2002 y generalmente se encuentra en bancos de algas, arrecifes de corales o lagunas costeras de poca profundidad. También puede encontrarse en alta mar.