Llamado infantil por la protección del tinglar

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Por Patricia Rivera Meléndez / privera@elnuevodia.com endi.com LUQUILLO - Decenas de “tinglares” llegaron ayer hasta la plaza de este municipio para celebrar el inicio de su temporada de anidaje. Vinieron desde Vega Baja, Manatí, Vieques, Río Grande y Fajardo. Éstos fueron recibidos por los anfitriones de Luquillo, la Capital del Sol. Su propósito: concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de conservar el ambiente en que nacen estas tortugas marinas. “Hay que salvar la especie dejando de construir viviendas cerca de la playa para que los tinglares no se sigan yendo”, afirmó la “tinglar” Sofía, de 9 años, quien cargaba un cartelón que promovía la designación de los terrenos del Corredor Ecológico del Noreste (CEN) como una reserva natural. Al igual que Sofía, unos 200 niños -muchos de ellos disfrazados de tinglares- llegaron ayer hasta el centro del pueblo para celebrar el Segundo Festival del Tinglar y reclamarle al Senado que apruebe el Proyecto de la Cámara 2105 que conservaría la franja de terreno entre Luquillo y Fajardo, y fomentaría su desarrollo ecoturístico. “Están tratando de poner hoteles donde el tinglar anida y estamos tratando de protegerlo. Queremos pedirle a esa gente que busque otro lugar para sus hoteles”, reclamó, por su parte, Roberto, de 12 años, quien acudió a la actividad junto a la Tropa 110 de los Niños Escuchas de Luquillo. Roberto se refería a los mega proyectos residenciales-turísticos Dos Mares Marriott Resort y San Miguel Four Seasons Resort, propuestos para los terrenos del Corredor Ecológico y las playas donde anidan estas tortugas marinas, consideradas las más grandes del mundo. Caleb, de 6 años, relató su experiencia. Tan reciente como el viernes presenció el anidaje de dos tinglares en las costas de Luquillo. Ayer, recordó su gran tamaño, que podría alcanzar el de “un Volky”, y la suavidad de su caparazón. Minutos después, Ángel, otro pequeño que llegó desde Fajardo, pintó un dibujo de un tinglar sobre un papel dirigido al presidente del Senado, Kenneth McClintock. “Ayúdanos a proteger nuestro ambiente”, leía el mensaje que escribió el pequeño de 8 años. Durante la celebración de la llegada de la época de anidaje -entre marzo y septiembre-, los niños tinglares y sus acompañantes recibieron material educativo sobre las especies que viven en la zona del Corredor. Además, disfrutaron de música, bailes, pantomimas, artesanías y comida. Tras una breve intervención, la senadora Lornna Soto respaldó la propuesta de preservar el CEN, “siempre y cuando venga un desarrollo para el pueblo de Luquillo que cumpla con los reglamentos y que proteja nuestro ambiente”. Soto instó a los ciudadanos a cabildear en el Senado por la consideración del proyecto de ley. Horas más tarde, los niños tinglares fueron hasta la playa, se arrastraron por la arena e hicieron sus hoyos, tal y como lo hacen las tortugas marinas que intentan proteger.