Lucha contra la pandemia: protección comunitaria en entredicho

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Kevin Alicea Torres
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El Fideicomiso de Salud Pública de Puerto Rico, por voz del gerente de su Programa de Investigación, el doctor Marcos López Casillasestableció que no existe evidencia científica que apunte a que se haya logrado la inmunidad comunitaria o de rebaño para COVID-19 en la isla.

Esta afirmación surge a partir de declaraciones del secretario del Departamento de SaludLorenzo González Felicianoquien indicó recientemente que un aumento en casos de COVID-19 puede permitir una inmunidad colectiva.

De acuerdo con López Casillas, la inmunidad de rebaño es una forma de protección indirecta a enfermedades infecciosas -como el coronavirus-, que ocurre cuando un alto porcentaje de la población se vuelve inmune a la infección de SARS-CoV2, el virus que causa COVID-19.

La inmunidad de rebaño puede ocurrir a través del proceso de vacunación, que no existe al momento, o por infecciones previas con el coronavirus.

Al tener un gran porcentaje de la población inmune al coronavirus, entonces los procesos de infección entre las personas se minimizan, y esto indica que todo el ‘rebaño’ tiene una inmunidad a esa enfermedad infecciosa”, explicó López Casillas, quien es catedrático auxiliar de la Universidad de Puerto Rico en Humacao, en entrevista con El Nuevo Día.

“Además, como las personas que adquieren inmunidad no contribuyen a la enfermedad, las cadenas de infección entonces disminuyen y bajan la tasa de la transmisión”, añadió.

Alto porcentaje

Aunque el porcentaje que se debe obtener para lograr una inmunidad colectiva puede variar entre las diferentes enfermedades infecciosas, López Casillas destacó que se necesita más del 70% de la población inmune al virus, lo que significa que siete de cada 10 personas deben tener anticuerpos contra el coronavirus.

Una investigación, publicada en The Lancet, demostró que solo un 5% de la población (de una muestra de 61,075 personas), en España, tenía anticuerpos que prevalecieron en su organismo luego de haber sido expuesta al coronavirus.

Otro estudio, publicado en medRxiv (un repositorio o almacén público digital de artículos sobre ciencias de la salud en preparación para publicación oficial), reportó que, en seis ciudades de Estados Unidos, existe entre 1.1% y 6.9% de la población (de una muestra de 11,933 personas) con anticuerpos para SARS-CoV-2.

Inmunológicamente, este virus se ha comportado de una manera errática, sin duda. Hay gente que ha desarrollado anticuerpos y hay otros que los desarrollan, pero desaparecen. Ciertamente, no conocemos muchas cosas del coronavirus, y lo que sabemos, de acuerdo con el proceso descrito en los libros de texto con relación a cómo funciona el sistema inmunológico para combatir infecciones virales, no se está dando para COVID-19”, manifestó López Casillas.

Relató que el único país que optó por la estrategia de inmunidad de rebaño fue Suecia, que no implantó un toque de queda ni requirió el uso de mascarillas a sus habitantes. Allí, la prevalencia de anticuerpos reportada fue solo de un 7.3%.

“En Suecia, esto ha tenido un alto costo, que se ha traducido en miles y miles de muertes, en comparación con otras jurisdicciones que optaron por el toque de queda”, indicó.

Más estudios

La inmunidad de rebaño se determina dentro de un proceso investigativo conocido como un estudio de seroprevalencia, en el que se muestrea la población y se realizan pruebas serológicas para determinar la presencia de anticuerpos contra el coronavirus.

A diferencia de la prueba molecular, la prueba serológica determina si tú has sido expuesto al virus previamente, pero, en Puerto Rico, no se ha realizado un estudio de seroprevalencia aleatorio (al azar), donde se haga un muestreo de la comunidad para determinar la presencia y cuánto duran los anticuerpos en la población”, dijo López Casillas.

Resaltó, no obstante, que hay personas que desarrollan anticuerpos, pero no se sabe cuán prevalentes son en la comunidad boricua.

“Los esfuerzos de investigación son bien importantes. Cada día que pasa, en donde nosotros no hacemos investigación sobre cómo COVID-19 se está desarrollando en Puerto Rico, perdemos información sumamente valiosa y necesaria para que nosotros no volvamos a repetir nuestra historia”, afirmó.

Finalmente, el científico recalcó que la colaboración gubernamental es necesaria e importante para poder establecer estos procesos de investigación en la isla.

“La ciencia y la medicina son las que ayudan a combatir el virus, no la política. No obstante, de la única forma en la que pueden ayudar a la ecuación para combatir el virus, es si la política aumenta o apoya los esfuerzos de investigación en ciencia y medicina de nuestra isla”, concluyó.

El autor tiene un doctorado en Biología Celular y Molecular y es becario de la American Association for the Advancement of Science en El Nuevo Día.

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