Pierde su libertad mono 'urbano'

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Por ENDI.COM (con informacion de Elías Llabrés) Dos manzanas y un mangó propiciaron que uno de varios monos observados hace varias semanas en la montaña del Parque Industrial Amelia quedara atrapado en la tarde de ayer en una jaula colocada por vigilantes del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA). Sin embargo, poco después de perder su libertad, el primate de unos cuatro pies no se animaba a comer las apetitosas frutas y halaba con fuerza las rejas de su pequeña celda. Cuando los curiosos comenzaron a acercarse para mirarlo, no disimuló su rostro de enojo. Además gimió y haló desesperado los metales de la jaula, que había sido ubicada en la falda del mogote unas 14 horas antes. Elías Llabrés, jefe de Seguridad de El Nuevo Día, dijo que la jaula se ubicó siguiendo informes sobre el lugar que frecuentaba el mono del tipo rhesus, que se cree es parte de un grupo que escapó de un laboratorio en Sabana Seca hace varios años. Llabrés indicó que empleados del rotativo observaron en varias ocasiones ese simio y otros que se cree viven en las montañas de Amelia. Los monos se acercaban a la verja próxima al monte, pero no se aventuraban a caminar hacia el edificio. A las 6:25 de la tarde de ayer, personal del DRNA llegó para recoger al primate, que sería llevado a una instalación de esa agencia en Arecibo. Manuel Rey, oficial de la Unidad de Vida Silvestre del DRNA, a cargo de coordinar la captura del simio, dijo a Caza Noticias de ENDI.COM que eventualmente ése y otros simios serán trasladados a Estados Unidos. Rey relató que a eso de las 2:00 p.m. el mono entró a la jaula atraído por un guineo, que fue la primera fruta que le colocó como carnada. “Haló el guineo, pero la puerta no se cerró. Entonces salio rápido, subió a un árbol y terminó de comerlo. Entonces salí, compré manzanas y un mangó para armar de nuevo la trampa”, explicó Rey. Tres horas más tarde, cuando las nuevas frutas tentaron el apetito del primate, la pesada puerta cayó y no pudo volver a su hábitat en la montaña urbana de Amelia. Antes de su captura física, el mono había sido atrapado en fotos por decenas de empleados de El Nuevo Día que por días fijaban su vista en el monte para tratar de divisarlo. El personal del DRNA dijo que la captura del mono en los predios de El Nuevo Día es la tercera realizada en la zona de Sabana Seca, Cataño y Guaynabo en lo que va del año. La mayoría de los monos atrapados por la agencia, sin embargo, se produce al presente en la jurisdicción de Lajas y Cabo Rojo, donde agricultores han reportado serios daños a sus cultivos debido al aumento de estos animales. El científico Edmundo Kraiselburd, quien labora en el centro de primates en Sabana Seca, ha señalado que existen cinco centros donde se limpian o purifican los monos de virus peligrosos para los humanos. Kraiselburd opina que la erradicación de los monos es casi imposible porque requeriría fondos ilimitados. Destacó que para que un plan de control tenga éxito tiene que ser a largo plazo, de siete a diez años, con los fondos y el personal necesarios. En un documento entregado al secretario del DRNA, Javier Vélez Arocho, se estimaron en $2.7 millones los fondos necesarios para el primer año. Eso incluye $1.7 millones para habilitar un lugar con corrales y clínica veterinaria. El presupuesto para los próximos años sería de $929,500. Respecto a los monos de la especie rhesus, se ha recomendado que sean capturados en grupos sociales completos, para dejarse luego en cuarentena y ofrecerse para experimentos.