Por Damaris Muñoz Sánchez / damaris.munoz@elnuevodia.com endi.com Su altura es incierta y la distancia entre ellas se espera saber en los próximos meses. Se trata de unas cuatro a cinco bocinas que se instalarán en el municipio de Toa Baja a un costo de $66,ooo y que alertarían, mediante sonidos de larga distancia, a los residentes de la zona en caso de que se acerque un tsunami a las costas de Puerto Rico. “Queremos saber si estas bocinas son suficientes o si se necesitan ocho o nueve más”, dijo el alcalde Aníbal Vega Borges quien enfatizó que en las áreas más vulnerables habitan cerca de 17,000 familias. El ensayo que se realizó ayer en la comunidad de Palo Seco, determinaría sí la cantidad de alarmas, el alcance, su altura y la distancia que tendrían alrededor del municipio son adecuadas para alertar a la gente. Vega Borges mencionó que en las próximas semanas personal del municipio estará realizando un censo para corroborar la cantidad de personas encamadas y para orientar a los residentes sobre las rutas de desalojo. En el 1918 un terremoto de 7.5 de intensidad estremeció la Isla dejando 116 muertos. Le siguió un tsunami que mató cerca de 40 personas. El próximo 24 de marzo varias agencias de gobierno realizarán un simulacro de tsunami en horas de la mañana en donde participarán los pueblos de Carolina, Mayagüez, Dorado, Rincón entre otros.