Receta para una renovada Política Energética

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Por: 

David Cordero Mercado

Fuentes energéticas: Luchas comunitarias y medioambiente en Puerto Rico, escrito por el doctor Edwin Irizarry Mora, catedrático del Departamento de Economía del Recinto de Mayagüez de la UniversidaddePuertoRico(UPR), es probablemente, el estudio más completo realizado en Puerto Rico sobre el desarrollo energético en la Isla y la dependencia de combustibles fósiles.

También constituye un importante documento histórico que recoge cómo distintas comunidades en Puerto Rico se han enfrentado a un sistema capitalista que ha pretendido lucrarse de la necesidad que tiene el País de innovar la manera en que se genera la energía eléctrica.

En un primer plano, la publicación exalta y reconoce los esfuerzos y logros de las comunidades en la lucha contra la Central Termoeléctrica de Carbón que se intentó implantar en Mayagüez a finales de 1980 y otras importantes luchas que se han dado a través de los años en Puerto Rico en contra de proyectos energéticos dañinos a la salud y al medio ambiente. Irizarry Mora presenta un nuevo contexto en el que las comunidades y los ciudadanos han tomado mayor espacio en los procesos de toma de decisiones.

El autor comentó a Diálogo que Puerto Rico es un país en el que, afortunadamente, ese proceso de participación ciudadana ha ido ganando fuerza. “Por eso es que se vincula en el libro el tema de las fuentes energéticas con el tema de las luchas comunitarias”, explicó.

Suministrada

En este nuevo libro Irizarry Mora desarrolla una guía para confeccionar una política energética adecuada a las condiciones económicas y ambientales de Puerto Rico. En un solo texto, organiza las recomendaciones que durante años él y otros académicos y expertos en temas energéticos y ambientales han hecho a las distintas administraciones gubernamentales quienes, a su juicio, parecen tener oídos sordos y han mantenido una política energética errada durante las últimas décadas.

 “Son recomendaciones
que se han puesto en
marcha en otros países
del mundo. Nadie puede
acusar ni a los grupos ambientales ni a la comunidad científica,
ni a los dirigentes de
las luchas comunitarias
en Puerto Rico de que
esas recomendaciones
son un invento o que
no han sido probadas.
Es todo lo contrario,
son recomendaciones fundamentadas en la experiencia de países
que cuentan, algunos de
ellos, con muchos menos recursos energéticos gratuitos de los que tiene
Puerto Rico, con muchas
menos fuentes de energía renovable, y sin embargo
en esos otros países se han generado ya con mucho
éxito proyectos que han logrado reducir considerablemente la dependencia en los combustibles fósiles”, explicó el economista.

La publicación, producida por La Editorial de la UPR, alerta a los ciudadanos sobre el gran consumo de gasolina en Puerto Rico: una cantidad igual a la utilizada en siete países centroamericanos juntos. Por si fuera poco, según el libro, la Isla aporta un 333 por ciento más de gases de efecto invernadero que el resto de los países del Caribe y América Latina. Irizarry Mora explica que esto se debe a que el ciudadano puertorriqueño, además de ser un gran consumidor, ha asumido un estilo de vida igual al de los países industriales.

“Es de esperar que cada uno de nosotros consuma electricidad a nivel individual, el llamado consumo per cápita como si fuésemos residentes de países ricos, cuando uno busca el ingreso de los residentes de países ricos, pues uno encuentra que el ingreso es tres veces el de los puertorriqueños", puntualiza el autor.

Irizarry Mora analiza y evidencia cómo la situación energética internacional ha tenido un impacto permanente y consecuente sobre Puerto Rico. Esto debido a que el 99.5 por ciento de la energía eléctrica que se genera en la Isla se hace a través de combustibles fósiles importados, cuyos precios no dependen ni dependerán nunca de Puerto Rico.

Por otro lado, el libro describe en detalle los beneficios y aspectos negativos de cada una de las tecnologías de energía renovable que se han desarrollado a través de los años alrededor del mundo y que Puerto Rico podría adoptar. Cabe destacar que la tecnología de energía océano-térmica (CEOT) se comenzó a investigar y desarrollar en Puerto Rico desde finales de la década del 60, aunque luego, por razones económicas y políticas, se abandonaron los proyectos investigativos, a pesar de que el Centro para Estudios Energéticos y Ambientales de la UPR, era uno de los más avanzados en el mundo en el desarrollo de investigación para ese tipo de tecnología.

"Lo que se plantea en el libro además es que la gran ironía de todo esto es que en Puerto Rico se probó desde hace décadas la viabilidad de las fuentes energéticas renovables, de hecho los primeros experimentos que se hicieron con varias de esas fuentes energéticas en todo este hemisferio, se hicieron en Puerto Rico", señaló el autor. A mediados de la década de 1960, se instaló, además, en Juana Díaz, la primera planta de placas fotovoltaicas, que convierte la energía solar en energía eléctrica, de toda América Latina.
Ante todo, Fuentes energéticas:

Luchas comunitarias y medioambiente en Puerto Rico, busca crear las condiciones necesarias para que la Isla se una a las corrientes modernas de desarrollo de proyectos de energía renovable alrededor del mundo, pero adecuadas a las condiciones físico-ambientales de Puerto Rico y sin poner en peligro la salud ni la vida de los ciudadanos, la producción de alimentos para consumo y ocasionando el menor impacto posible a las áreas verdes del País.

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