Rehén de los monos el goce veraniego en Lajas

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Por Iliana Fuentes Lugo / ENDI.COM La cita es a las 10:30 a.m. El calor veraniego llama a disfrutar del agua, las frutas tropicales dan el toque perfecto y, en la piscina de la familia Ponce de León, en la carretera PR-116 de Lajas, los monos tienen su fiesta diaria. Cada mañana, los miembros de esta familia se levantan con la esperanza de poder darse un chapuzón en su piscina o quizás de chupar unas quenepas, pero los monos que “andan por la libre” en esa zona del País los alejan del patio y los mantienen encerrados en su casa. Rafaela Rosado contó a ENDI.COM que el Día de los Padres intentaron tener un pasadía familiar, pero unos 30 monos, que decidieron saciar su sed y comerse unas naranjas y unas calabazas, no lo permitieron. “Los palitos de higo, los aguacates, las calabazas que sembramos, no podemos tener nada porque ellos vienen siempre en la mañana”, explicó Rosado. Su hija, Irma Ponce de León, sometió una querella en el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) para que las autoridades tomen acción ante la situación, que por años ha afectado a esta familia y a muchas otras de la comunidad. “Nosotros tenemos un balconcito en la parte de atrás, los vemos cuando entran todos a la piscina y a tomar agua; después se sientan en los muritos. Hasta ahora no han entrado (al agua), ellos se bajan y toman agua. Después pasan a la otra vecina, que tiene un palo de tamarindo”, contó. Rosado explicó que antes tenían unos perros que lograban mantener a los monos alejados. Los perros ya no están y ahora los monos hacen fiesta. Destruyeron las guanábanas, los aguacates, las naranjas y las papayas, entre otros árboles frutales. Este año, el árbol de quenepas ni siquiera dio frutos. La familia Ponce de León no tiene intenciones de matar a los animales, pero le preocupa que traigan enfermedades que puedan ser contagiosas para ellos o sus niños. Además, les inquieta que los monos se sigan multiplicando, lo que hace poco probable terminar pronto con su fiesta veraniega.