Glenn Santana / Primerahora.com Primera Hora En una tarde nublada, fuimos a Arecibo para presenciar un espectáculo único en Puerto Rico: el vuelo de seis de las 13 especies de murciélagos que existen en la Isla. Luego de desviarnos de la salida 77B de Arecibo, nos dirigimos por la carretera 129 hasta llegar, diez minutos después, a la intersección que lleva al sector Mata de Plátano del barrio Dominguito. Es ahí donde se encuentra la Estación Experimental y Reserva Natural de Mata de Plátano, administrada por la Universidad Interamericana. Puerto Rico cuenta con 13 de las casi 1,000 especies de murciélagos que se conocen en el mundo. Estas 13 especies constituyen la totalidad de los mamíferos terrestres nativos no extintos de la Isla. La odisea era intrigante, pues nos aseguró el Dr. Armando Rodríguez, encargado de la estación, que tendríamos la oportunidad de ver a más de 100 mil murciélagos salir de su hábitat. En realidad nos comentó que habitan alrededor de medio millón de ellos, pero verlos a todos sería imposible. Y así fue. Una vez en la estación, ubicada en una cuerda de sobre 130 acres, lo primero que se ve es una villa en la que estudiantes y científicos acampan para realizar sus estudios o investigaciones. La villa, en el mismo medio de la finca, cuenta con todo lo necesario: camas literas, cocina, baño, salón para conferencias y cuarto de investigación. Puede ser alquilada por días, semanas o meses. Eran las 6:20 de la noche, por lo que recogimos nuestros motetes (cámara, micrófonos, agua, iluminación, etcétera), ya que teníamos que bajar una colina y el tramo tomaría unos 15 minutos. Los murciélagos comienzan a salir de la cueva a eso de las siete de la noche o cuando va bajando el sol. Es cuando oscurece que estos mamíferos, como depredadores nocturnos de insectos que son, van en la búsqueda de su presa. Nos dio tiempo de contemplar alrededor de la cueva. Lo primero que notamos es que los murciélagos no son los únicos animales que esperan a que sea de noche para alimentarse. Allí pudimos ver boas y gatos esperando la oscuridad para atrapar un murciélago. El murciélago barbicacho, el bigotudo mayor, el bigotudo menor, el lengüilargo, el de las flores y el hocico de cerdo son las seis especies que habitan en la cueva Culebrones. En Mata de Plátano hay otras cuevas en las que se pueden ver otras dos especies. Una vez cayó la noche, la salida de murciélagos se hizo más y más intensa. El ruido de los insectos les llamaba. Un escenario espectacular nos arropó cuando un sonido lejano -como el de un silbido-, acompañado de un raro olor a humedad, comenzó a sentirse. Gracias a la orientación de Rodríguez sabía lo que venía. Así que me preparé. Me acerqué lo más posible a la boca de la cueva para poder captar la mejor toma posible y con una mano agarrando la cámara y la otra al compañero videógrafo, Gianfranco Gaglione, presencié un gran espectáculo -gratuito y sin salir de Puerto Rico: miles y miles de murciélagos saliendo de su cueva en busca de alimento.