La evidencia emergente de que la calidad del aire en los interiores impacta tremendamente a la salud de los seres humanos ha sido ampliamente demostrado. En Puerto Rico hay aproximadamente sobre 800,000 personas que sufren de asmas, alergias y que por ello tienen que interrumpir ocasionalmente el pleno disfrute de su vida para proveerse atención y tratamientos médicos. En Estados Unidos, los infantes especialmente, envegecientes y personas con enfermedades crónicas; pasan 90% de su tiempo en los interiores donde pueden son expuestos a cantidades elevadas de contaminantes en el aire. En el año 1990 la “Environmental Protection Agency” (U.S. EPA) ha cualificado la contaminación de interiores como de alto riesgo (U.S. EPA, 1990). La Asociación Americana del Pulmón en cooperación con su Sección Medica, La Sociedad Americana Toráxico, ha publicado una extensa revisión sobre las fuentes de contaminación en los interiores, sus efectos asociado a la salud y recomendaciones para el control ambiental (ATS, 1990). La Organización Mundial de la Salud (OMS) y La Sociedad Nacional del Pulmón y Sangre [Nacional, Heart, Lung and Blood Institute (NHLBI)] concluyeron que evitar la exposición a alergenos y irritantes ambientales, puede prevenir el asma (NHLBI, 1995). La Asociación Americana del Pulmón concuerda con la EPA (Febrero de 1990) que hay tres estrategias para reducir los contaminantes en los interiores: control de las fuentes, ventilación apropiada y purificación del aire. Por lo que son innegable las implicaciones de la contaminación del aire en todas sus formas. Individuos que padecen de enfermedades pulmonares de la población intentan mejorar la calidad del aire en sus residencias y su ambiente inmediato en un esfuerzo por aliviar los síntomas asociados a las condiciones respiratorias. No obstante en espacios interiores y exteriores van a ser abrumados con diferentes gases, partículas que exacerban los episodios asmáticos y que inclusive puede afectar a personas saludables. Las leyes ambientales en Puerto Rico existen, mas sin embargo se pasan por alto, como en el caso de camiones de transporte que suponen tener y cambiar el filtro del silenciador (muffler), más sin embargo podemos ver como lanzan día a día al ambiente cantidades de monóxido de carbono sin que las autoridades intervengan con ellos. Para contrarrestar los efectos que esto tiene contra las personas asmáticas, alérgicas o sanas la Corporación de Bienestar Psicofísico (CoBiP) señala que existen alternativas, cambiar los filtros de automóvil según las recomendaciones de mantenimiento del fabricante del vehículo, apagar el aire acondicionado hasta ver que paso el camión que lanza cantidades de hollín y usar un purificador de aire en su casa, que configure los dispositivos necesarios para neutralizar los contaminantes que le afecta. El purificador de aire de particulado le permitirá respirar aire limpio permitiendo que sus pulmones se restablezcan. (consulte un alergista o CoBiP) Según CoBiP aparatos de purificación del aire para esterilizar y capturar partículas, han existido hace más de 100 años. En Estados Unidos se usan mucho en residencia, en la industria, gobierno y comercio. Los purificadores de aire generalmente están intencionados a reducir la contaminación de tóxicos en los interiores como son microorganismos, polvo, gases y químicos, etc. La Asociación Americana del Pulmón señala que en la últimos 10 años la prevalecía del asma ha venido incrementándose, particularmente en niños, estimado que unos 14,6 millones de Norte Americanos están afectados y el ritmo de la mortalidad por razón del asma casi se ha duplicado en los últimos años. Debemos considerar el valor concurrente que representa aplicar controles a las fuentes, la ventilación y la purificación del aire; para aliviar los síntomas y mejorar la salud. ¿Quiénes son el enemigo de la salud? ; los contaminantes aéreos respirables, microorganismos, partículas y gases. Desde la perspectiva de la salud toda partícula diminuta (menos de 3 micrones en tamaño) que puede ser transportada y traer proteínas foráneas (bacterias, virus, hongos); las cuales pueden penetran profundamente en los tractos respiratorios. Mientras partículas mayores (mayores que 10 micrones en diámetro) son atrapadas en la nariz y garganta y son eliminadas naturalmente al toser o tragar, partículas más pequeñas de 10 micrones en diámetro fácilmente penetran en los pulmones. Estas pequeñas partículas con toda probabilidad alcanzaran el alveolar, quedando depositadas por años o en el caso de partículas solubles, ser absorbidas por el torrente sanguíneo. Señala CoBiP además que en los pasados 25 años la evidencia surgido de estudios y investigaciones, demuestran que el impacto a la calidad del aire en los interiores influyen tremendamente en la salud de las personas. Infantes, personas con enfermedades crónicas, de edad avanzada pasan la mayoría de su tiempo (i.e., 90%) en los interiores, lugar en que son expuestos a niveles elevados de contaminantes en el aire. La Asociación Americana del Pulmón en cooperación con la Sección Medica de la Sociedad Americana Toráxico, ha publicado una extensísima revisión sobre las fuentes de los contaminantes que se encuentran en los interiores, sus efectos en la salud y recomendaciones para el control ambiental (ATS), 1990 “The World Health Organization (WHO)”, Organización Mundial de la Salud y “The National Heart, Lung, and Blood Institute (NHLBI)” concluyo que previniendo la exposición a alergenos y irritantes ambientales, podría ayudar a prevenir el asma (NHLBI, 1995). CoBiP concluye, en Puerto Rico el escenario que abruma nuestro aire es contaminante biológicos, químicos y ambiental. Tenemos particulado volcánico que recibimos de la actividad del volcán Soufriere Hills en la Isla de Monserrat, recibimos el polvo de Sahara cuyo contenido de cuarzo y microorganismo es alto; se añade a la contaminación levantada por la dinámica social diaria. La mutación de bacterias, virus, enfermedades pulmonares siguen en aumento (SARS, AVIAR, Muerte Negra, H1N1) por lo que hay razones de hechos para implantar medidas urgentes para controlar las diferentes formas de contaminación que continuamente ponen en riesgo nuestra salud y vida. correo electrónico de contacto/sand@cobip.com