Químicos y su papel en la alteración natural

Imagen de Abraham Sixto Nieves

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El gobierno de Dinamarca ha sacado a relucir un estudio que señala que químicos conocidos como interruptores endocrinos probablemente están contribuyendo al nacimiento de menos varones y la “feminización” de los que nacen. El estudio se concentra en químicos como Cloruro de Polyvynl (PVC), retardantes de llama, ftalatos, dioxinas, Bifenilos policlorados (PCB) y bisfenol-A, todos las cuales mímica la tarea del estrógeno en el cuerpo. Los investigadores concluyeron que debido a la prevalencia de estos químicos, infantes fácilmente podrían exponerse a concentraciones elevadas poniéndolos en un “riesgo alármate” de daño. Los químicos se responsabilizan mundialmente por la reducción en el conteo de esperma en hombres y se desconoce que otros efectos puede tener sobre la salud. En un estudio de investigadores científicos en la Universidad Erasmus de Rotterdan en los Países Bajos, se encontró que infantes varones que habían sido expuestos a PCBs y a dioxinas mientras se encontraban en la matriz de la madre, tenían más probabilidad de vestir con ropa femenina y jugar con muñecas, que los niños que no fueron expuestos. Otros investigadores documentaron la relación entre la exposición prenatal a ftalatos y la “feminización” de los genitales masculinos, incluyendo penes más pequeños. La evidencia emergente principalmente demuestra que la mímica de estrógeno podría también ser responsable por el fenómeno que menos varones están naciendo. Típicamente en la mayoría de las poblaciones por cada 106 varones, nacen 100 femeninas. No obstante en años recientes la distribución ha estado favoreciendo más a las féminas, atribuyéndolo a una interrupción endocrina, causado por la exposición a químicos. Un ejemplo notable es de una comunidad en Canadá situada en el Lago Huron, vive rodeado por fábricas que originan químicos. En este lugar se da el fenómeno que por cada dos nacimientos de féminas, nace un varón. Este fenómeno se repite en Brasil, Israel, Italia Taiwán, el Circulo Ártico y entre trabajadores en fábricas de pesticidas de comunidades contaminadas por químicos en Rusia. Muchos químicos al aumentar en el cuerpo humano imitan el proceso hormonal, son resistentes a la degradación ambiental por lo que son difundidos frecuentemente por el planeta. Según el grupo ambientalista WWF “hay poco o nada que se pueda evitar para prevenir la contaminación en uno y en la familia. Fuente de esta historia: www.telegraph.co.uk.

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