Estar en un clima inhóspito, frío, con tus colegas echándote miedo de que las tormentas de nieve te van a tragar, hace a cualquiera dudar de su cordura al tomar la decisión de dejar las playas de mi terruño por los fríos inviernos de Boston.
Luego de mudarme a esa inspiradora y musical ciudad, de alguna manera me enteré de una iniciativa que llamaban Ciencia Puerto Rico, y de los jíbaros habían creado un website. Pensé: “¡Más nerdos boricuas, qué bien! ¡Qué tremenda idea!” Así que entré al portal, creé un perfil e invité a todos mis amigos de Química del Colegio (UPR-Mayagüez).