A prueba carro solar boricua
Por primera vez, un equipo boricua estará participando de la competencia anual Dell-Winston Solar Car Challenge.
Por primera vez, un equipo boricua estará participando de la competencia anual Dell-Winston Solar Car Challenge.
En Toa Alta y Humacao, los neumáticos se reutilizan para ser convertidos en la capa protectora que evita que los lixiviados hagan contacto con la tierra y alcancen nuestros cuerpos de agua.
La Isla de Mona sirve como santuario reproductivo para el carey de concha, la tortuga marina más abundante en las playas borincanas y especie en peligro de extinción.
El gobierno le declara la guerra al árbol de melaleuca y la iguana de palo, especies que deterioran el ecosistema del Estuario de la Bahía de San Juan.
Debido a la falta de planificación, la erosión, la contaminación, y la explotación, en combinación con fenómenos naturales futuras generaciones podrían carecer del disfrute de los hermosos arrecifes de coral de la isla de Culebrita.
El Nuevo Día de hoy (Domingo 12 de marzo del 2006) habla sobre un tesoro poco conocido para muchos puertorriqueños: la migración anual de las ballenas jorobadas al canal de la Mona. Las ballenas jorobadas llegan desde Groenlandia, Canadá, el norte de los EU y Noruega a parearse ey dar a luz en las calidas aguas caribeñas. Menciona el artículo que "Puerto Rico también recibe la visita de recibe la visita de otras especies de ballenas, como la asesina o la orca, el cachalote, piloto, minke y la picuda, la que más abunda es la jorobada (megaptera novaeangliae), que tiene hábitos más costeros y es la que salta con más frecuencia." No hay que ir mar adentro para ver las ballenas: las mismas pueden ser vistas desde el Faro de Rincón.
La Compañía de Turismo de Puerto Rico, en colaboración con la Fundación Juan A. Regis para la Preservación de la Vida Marina de Puerto Rico y la Fundación Toyota anunciaron la creación de un mapa interactivo llamado "Nuestras Costas".
Puerto Rico tiene uno de los índices per capita de asma más grandes del mundo, y los niños puertorriqueños tienen 300 veces más probabilidad de padecer la condición que niños no-puertorriqueños en los EEUU.