HUMBERTO BASILIO
El remdesivir, un medicamento originalmente desarrollado para combatir el contagio de Ébola, fue autorizado para administrarse únicamente como tratamiento de emergencia en pacientes graves hospitalizados con COVID-19, en tanto continúa la investigación sobre su eficacia en general contra el virus SARS-CoV-2.
Mientras especialistas, gobiernos y organizaciones internacionales mantienen el debate sobre el uso de cubrebocas, medios informativos que han cubierto el tema han dejado de lado uno de los puntos centrales de la discusión: las microgotas de nuestra saliva, que son el vehículo de transmisión del virus SARS-CoV-2.
Estas gotitas que generalmente obviamos son resultado de la actividad respiratoria y que expulsamos al hablar, toser, exhalar o estornudar; a través de esas secreciones, el virus puede pasar de una persona a otra o depositarse en una superficie.
Cuando se piensa en microbios, bacterias y hongos en el cuerpo humano o como parte del entorno en el que vivimos, la primera reacción es de rechazo, temor y hasta de asco. Para algunos también es motivo de fobia o la razón de su obsesión por la limpieza. Pero en tiempos de coronavirus y de temor a ser contagiado con COVID-19, es un tema que debe ser discutido.
El uso de mascarillas no produce hipoxia o déficit de oxígeno en el organismo humano, como aseguran mensajes difundidos por WhatsApp y redes sociales en los que se afirma incluso que su utilización provoca “intoxicación por inhalación del propio CO2 (dióxido de carbono)”.
Gran parte de lo que se sabe hasta ahora sobre cómo el sistema inmunológico reacciona contra un coronavirus proviene del conocimiento obtenido del Síndrome Respiratorio Agudo y el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (SARS y MERS respectivamente, en inglés).
Una ola de calor marina llegó a la región de Puerto Rico, por lo que es altamente probable que en los próximos días se emita una vigilancia de blanqueamiento de corales para la isla, advirtió hoy, miércoles, el biólogo marino Edwin Hernández.
Los planteamientos que se han difundido a través de medios sociodigitales y periodísticos sobre la responsabilidad de las redes de telefonía 5G en la pandemia de COVID-19 carecen de cualquier sustento científico para ser creíbles o considerarse como una línea de investigación para mitigarla.
Durante este mes de abril se reportó el ataque a antenas de telefonía móvil en Reino Unido (1) basados en la supuesta relación entre la red 5G y la enfermedad que, a su vez, motivaron más hipótesis sin sustento sobre el contagio provocado por el virus SARS-CoV-2.
La temperatura oceánica para esta región ya está por encima de lo esperado a la fecha, por lo que los corales se exponen a situaciones de calor estresante, que podrían provocar, a su vez, un nuevo evento masivo de blanqueamiento y mortandad.
Publicado originalmente en la sección de Opinión de El Nuevo Día, como parte de la colaboración entre CienciaPR y ese periódico.
Por Marieli González Cotto, PhD
La gobernadora Wanda Vázquez Garced anunció que el uso de los guantes será requerido en los comercios al detal a partir del 26 de mayo 2020. Luego aclaró, en un mensaje que todavía no está del todo claro, que los consumidores podrán sustituirlos por el uso de desfinfectante de manos o “hand sanitizer”. Los guantes desechables ya estaban siendo usados por muchas personas como otro método de protección personal ante COVID-19.