El mito del tiburón

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Por Marcos Fernando López / Especial para El Nuevo Día endi.com El simple avistamiento de un tiburón en nuestras playas es suficiente para causar pánico entre los bañistas y para que una oleada de valerosos pescadores se lancen a capturar la extraña bestia. Pero la verdad es que al menos 21 especies de tiburón habitan las costas de Puerto Rico. Y a pesar de su fama de depredadores y de lo común que son estos peces, en el País son extremadamente raros los incidentes de ataques de tiburones a humanos. El pasado jueves, en la playa del hotel Dorado Beach, un tiburón de arrecife, o “reef shark”, de seis pies de largo fue capturado luego de que quedara atrapado entre las piedras de la orilla. Las personas que se encontraban en el lugar trataron de pescar al animal con arpones y anzuelos, pero finalmente utilizaron una red para sacarlo del agua. En el reglamento del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) no está prohibida la captura o pesca de estos animales, comentó Craig Lilyestrom, director de Recursos Marinos para el DRNA. Pero añadió que la situación no fue atendida de la mejor manera posible. “Hay que preservar la vida humana primero, pero la verdad es que hubiera preferido que lo hubieran soltado”, dijo. Aunque se desconoce exactamente cómo el tiburón llegó a estar atrapado entre las piedras, el director comentó que es posible que cambios en la marea no le hayan permitido regresar al mar. De encontrarse con un tiburón en la playa, Lilyestrom sugirió salir rápidamente del agua y alertar a las autoridades. Los vigilantes del DRNA entonces podrán atraparlo y soltarlo en un área donde no cause peligro. Sin embargo, son pocas las ocasiones que hay contacto con bañistas o buzos ya que, por naturaleza, los tiburones buscan alejarse de los humanos, aseguró el director. El Archivo Internacional de Ataques de Tiburón (ISAF, por sus siglas en inglés) ha registrado en la última década sólo un ataque en la Isla. Pero Lilyestrom aseguró que no recuerda de alguna ocasión que en las playas del País una persona haya sido atacada por un tiburón. En las últimas décadas han aumentado los ataques de tiburón que han ocurrido sin ser provocadas, es decir, ocasiones cuando el animal está en su hábitat natural y la persona no hace nada para perturbarlo, según el ISAF. Estos incidentes ocurren con mayor frecuencia debido a que la recreación y los deportes acuáticos son cada vez más populares, aseguró el ISAF, no porque los tiburones han exhibido cambios poblacionales o en comportamiento.