Estimulando la seguridad en el cerebro podría aliviar pacientes con trastorno obsesivo compulsivo

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Comunicado de prensa 14 de mayo de 2012 Estudios recientes han demostrado que la estimulación profunda del cerebro (DBS por sus siglas en inglés) podría ayudar a fortalecer memorias de seguridad en el cerebro. Este tipo de estimulación es utilizado para tratar enfermedades como depresión o trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Este hallazgo podría esclarecer dudas en cuanto a como funciona este tratamiento e incluso ayudar a desarrollar nuevos métodos para tratar desórdenes de ansiedad. El estudio será publicado el 14 de mayo en la edición electrónica de la revista “Proceedings of the National Academy of Science”. DBS consiste en la aplicación de corriente eléctrica en áreas específicas del cerebro a través de cables implantados quirúrgicamente. Este tratamiento puede reducir conductas compulsivas como el lavado excesivo de las manos, típico de un paciente con TOC. Sin embargo, la razón por la cual este tratamiento funciona es un misterio. “Las personas con TOC se sienten protegidos por sus compulsiones, así que tal vez DBS le permite a los pacientes extinguir su compulsión y al fin, sentirse seguros”, dijo el Dr. Gregory Quirk de la universidad de Puerto Rico, y autor principal del estudio. Los investigadores le enseñaron a ratas a temerle a un tono al parearlo con un pequeño golpe eléctrico. Luego de presentar el tono varias veces sin parearlo con el golpe eléctrico, las ratas comienzan a extinguir el miedo que le tenían al tono. Al aplicar DBS a el estriado ventral durante la fase de extinción, las ratas extinguieron el miedo al tono más rápido, y reforzaron su memoria de seguridad. Ratas tratadas con DBS demostraron menos miedo, incluso luego de que cesara la estimulación cerebral. Además de reducir las respuestas del miedo, DBS afectó los circuitos que permiten el aprendizaje de extinción de miedo. El cerebro de las ratas tratadas con DBS reveló más cambios ligados al aprendizaje en comparación a ratas que no recibieron el tratamiento. “Al parecer, DBS predispuso los circuitos neurales facilitando el aprendizaje de extinción”, dijo Jose Rodríguez-Romaguera, un estudiante graduado y co-autor del estudio. Además de Quirk y Rodríguez-Romaguera, el Dr. Fabricio do Monte es co-autor del estudio. Los resultados concuerdan con las prácticas médicas actuales. La terapia para TOC consiste en exponer repetidas veces al paciente al causante de su ansiedad, para que extinga su compulsión. Las personas a las cuales la terapia de exposición fallaba encontraban que luego con DBS, la misma terapia era efectiva. Por lo tanto, es posible que DBS aumente los efectos de la terapia de exposición, de la misma manera que disminuyó el miedo en las ratas. Esta idea está siendo estudiada en humanos en la escuela de medicina de Brown, en el Butler Hospital por el Dr. Benjamin Greenberg. “La idea de que cirugía de cerebro (DBS) puede ser un puente para un tratamiento psicológico (terapia de exposición) en pacientes que no mejoran sus síntomas de TOC con terapia de exposición es muy prometedora”, mencionó el Dr. Greenberg. Esta investigación ha sido patrocinada por el instituto nacional de salud mental, a través del centro Sylvio O. Conte para investigación sobre el TOC.