Ratones inmunes
Enviado el 11 agosto 2011 - 7:13pm
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Por Dr. Wilson González-Espada / Especial El Nuevo Día
La guerra entre las personas y los ratones es milenaria. Por ejemplo, escritos del Antiguo Egipto mencionan el problema de los ratones en sus almacenes de granos. Y desde entonces hasta ahora llevamos usando especias, trampas, venenos y fuerza bruta para combatir este molestoso roedor que en Puerto Rico se conoce cómo “rajiero”.
Parte del éxito de los ratones es que se reproducen rápidamente. Un par de ratones está listo para reproducirse a sólo dos meses de nacer. La ratona está preñada por unos 20 días, tiene un promedio de 7 ratoncitos por parto y puede parir más de 8 veces al año. No es raro, sin embargo, que una ratona tenga hasta 13 ratoncitos de una vez.
Introducido al mercado en los 50, la warfarina es uno de los venenos para ratones más utilizados y una de las armas más efectivas contra ellos.
Este compuesto químico altera la habilidad de la sangre para coagular. Una vez los ratones ingieren una dosis letal, se desangran por dentro. Sin embargo, ya desde la década del sesenta se sospechaba de la existencia de algunos ratones que eran resistentes a la warfarina. Entender cómo los ratones desarrollaron esa resistencia es esencial para crear otros venenos más efectivos.
El científico Michael Kohn y sus colegas de la Universidad de Rice en Texas estudiaron el DNA de varios ratones para descubrir que la evolución biológica creó dos maneras para que los ratones adquirieran resistencia a la warfarina. La primera manera fue una mutación genética completamente al azar; la segunda, mediante la hibridización, es decir, cuando dos especies o tipos diferentes de ratones se apareaban.
Si usted es de las personas que constantemente le están poniendo veneno a los ratones, ya sabe que es la evolución biológica la responsable de su frustración ratonil. Y es que aunque muchas personas no creen en la evolución biológica, este estudio presenta evidencia sólida de cómo la interacción entre la genética y el ambiente escoge cuáles organismos son más aptos para sobrevivir y cuáles no.