Reflorece la cosecha de fármacos naturales

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Por Cynthia López Cabán / cynthia.lopez@elnuevodia.com endi.com Al noreste del Jardín Botánico en Río Piedras brotan olores nuevos. Huele a romero, a yerbabuena, a menta, a ruda, a limoncillo y a eucalipto. Estas plantas aromáticas forman parte del Jardín de Plantas Medicinales Dr. Esteban Núñez Meléndez del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico (UPR) que ayer reabrió sus puertas luego de permanecer cerrado tras el embate del huracán Georges en el 1998. Con una inversión de casi $500,000, el jardín pretende convertirse en un nuevo espacio de investigación científica sobre los fármacos de origen natural y su función en la medicina. También busca impulsar el descubrimiento de nuevos medicamentos, según Lesbia Hernández González, decana de la Escuela de Farmacia de la UPR. El jardín, que forma parte del Museo de Farmacia, consta de 11 jardineras con plantas aromáticas, de especias y de condimentos, además de árboles frutales y de comestibles utilizados para propósitos medicinales. También dedica tres jardineras para las plantas medicinales exploradas por varios investigadores de la UPR. El curador interino de la colección de plantas medicinales, Ricardo Guerrero, explicó que actualmente se investigan los mecanismos y componentes que ofrecen a la valeriana su capacidad tranquilizante. Otra investigación en curso intenta descifrar qué constituyentes otorgan a la granada su poder antibacteriano. Guerrero también comentó que las compañías que producen medicamentos no dedican muchos recursos a la investigación científica de las plantas medicinales porque no se puede patentizar una planta, situación que impide generar ganancias. Esto no evita que surjan medicamentos que contengan elementos naturales. La playera, por ejemplo, tiene elementos que se utilizan en medicamentos para tratar la leucemia, mencionó Guerrero. Recordó además que del estudio de las plantas medicinales surgió el alcaloide “portorisina”, un compuesto que sirve como estimulante respiratorio. El fenecido investigador Esteban Núñez, cuyo nombre lleva el Jardín, descubrió este elemento que se encuentra en el tibey colorado. Eventualmente el Jardín estará abierto al público.