Traídos los monos por los federales

Este artículo es reproducido por CienciaPR con permiso de la fuente original.

PDF versionPDF version

Calificación: 

0
Por Mildred Rivera Marrero / end.mrivera1@elnuevodia.com endi.com Los monos llegaron al suroeste de Puerto Rico de la mano del gobierno federal, a través de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) que en el 1961 rentaron las islas Cueva y Guayacán, cercanas a Lajas. Allí establecieron unas colonias de primates con el propósito de reproducirlos y estudiar su comportamiento. A partir del 1970, esas instalaciones comenzaron a ser administradas por el Centro de Primates, adscrito al Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico (CPRC), con fondos de los NIH. Según un documento del CPRC, hasta 1975 en esas islas había 360 primates, pero esa población creció dramáticamente a 1,446 en dos años por una política de la Administración federal de Drogas y Alimentos (FDA). Esa agencia se percató de que India había reducido la exportación de monos rhesus, que era lo que había aquí, y decidió aumentar las poblaciones en Estados Unidos y Puerto Rico para hacer estudios biomédicos y desarrollar la vacuna contra el polio. Entonces, contrató al CPRC para aumentar el tamaño de la población local de monos. Sin embargo, no aumentó los fondos para mantener a los animales y no escuchó las advertencias de los investigadores sobre la incompatibilidad inicial que surge entre los monos establecidos en un lugar y los que llegan nuevos. Usualmente, los que están establecidos desplazan a los nuevos y eso fue lo que ocurrió en aquel momento, explicó la directora asociada del CPRC, Janis González. En 1979, la FDA se llevó los monos rhesus a Estados Unidos, aunque las instalaciones de las islas Cueva y Guayacán continuó operando hasta 1982, cuando se trasladó la operación al CPRC, en Sabana Seca, Toa Baja. En ese momento, había 106 monos de la especie patas, grupo que fue traído al País en 1971 por los NIH. Entre 1979 y 1989, el CPRC contrató a dos operadores independientes y se capturaron 221 animales, pero el programa cerró en 1985 por falta de fondos, señala el documento de esa institución. Los animales siguieron propagándose y llevan décadas afectando a agricultores del suroeste.