Por Marieli González Cotto / Especial para El Nuevo Día, publicado como parte de la colaboración de CienciaPR con ese medio.
El uso de mascarillas se remonta a 1897, cuando se confeccionaban con materiales como gasas y algodón. No fue hasta 1960 que se utilizaron materiales sintéticos no tejidos para mejorar su efectividad.
El propósito principal de las mascarillas es crear una barrera entre la nariz y la boca del usuario y las partículas infecciosas en el ambiente. Existen tres tipos principales: los respiradores, las mascarillas quirúrgicas y los cubrebocas caseros.