Aclaran el rol taíno en la genética

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Por: 

J. Miguel Santiago Colón

Con la desaparición de la cultura de los indios taínos como consecuencia de la colonización española de la isla, se consideró que la raza indígena se extinguió por completo, pero una investigación realizada por la antropóloga boricua María Nieves Colón podría demostrar lo contrario.

El estudio presenta evidencia de la continuidad genética que comparten indígenas nacidos antes de la colonización y los puertorriqueños modernos, además de identificar rasgos que se perdieron con la raza taína.

Esta diferencia, según el análisis, refleja el proceso neutral de pérdidas generacionales y los cambios demográficos que trajo el contacto europeo.

La investigación, realizada durante casi una década, pretendió indagar el origen de la historia poblacional de las antiguas comunidades de la isla, para luego examinar la relación entre esas agrupaciones y los puertorriqueños modernos.

“El estudio utilizó el ADN antiguo que sobrevive en restos biológicos, como esqueletos. Ese ADN que sobrevive lo consideramos como ‘ADN antiguo’. Nosotros examinamos el ADN de una muestra bastante grande de individuos de tres sitios arqueológicos en la isla, que son Tibes (en Ponce), Punta Candelero en Humacao y Paso del Indio, que está en Vega Baja”, contó Nieves Colón a El Nuevo Día.

La científica comenzó con un cuestionamiento que muchos arqueólogos se plantean: ¿genéticamente, los puertorriqueños tienen ascendencia taína?

“En Puerto Rico, siempre ha habido esta idea de que los indígenas murieron cuando llegaron los españoles y ya, que están en el pasado. Sin embargo, mucha gente tiene historias y tradiciones de origen indígena. Entonces, queríamos examinar si, además de tener esas tradiciones culturales, también había un enlace genético con esas antiguas comunidades”, abundó la antropóloga genetista.

La puertorriqueña, junto a otros 10 colaboradores de distintas partes del mundo, examinaron 124 restos arqueológicos en un proceso lento y exhaustivo.

“Nosotros hicimos un muestreo de 145 individuos y, de esos, logramos acceder al ADN de 45. Esto crea una situación en la que tienes que tener un muestreo tres veces más grande de lo que vas a obtener”, añadió la académica. “Nos sorprendió que tan siquiera lográramos obtener el ADN porque, al principio, no sabíamos si iba a funcionar”.

Relación con Sudamérica

Uno de los hallazgos del estudio resaltó la existencia de un enlace de indígenas en Puerto Rico con aquellos que habitaban Sudamérica. Genéticamente, los antiguos pobladores son similares a personas que hoy viven en Colombia, Brasil, Venezuela y la cuenca del Amazonas.

Esto, explicó Nieves Colón, sustenta lo que se ha planteado en el campo de la arqueología por muchos años. No obstante, tampoco excluye la posibilidad de que hayan existido poblaciones de otras partes del continente y no han sido registradas al momento.

En su documento oficial, el estudio ayuda a entender el rol de los indígenas en la biodiversidad cultural de Puerto Rico y el resto de los países.

Proceso arduo

La dificultad para investigar sumó años al estudio porque, “cuando un organismo se muere, todos los mecanismos que están dentro de su cuerpo se preservan. Eso se va degradando con el tiempo, pero mientras más caliente, húmedo y acceso al agua tengan (los restos), más rápido es esa degradación”, explicó.

Nieves Colón comenzó a mostrar interés en el tema mientras cursaba su bachillerato en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras hace casi una década. En ese entonces, la tecnología disponible no era tan avanzada para este tipo de investigación.

“En esa época, no había las técnicas de investigación que tenemos ahora y no era posible. Una vez comencé en hacer el doctorado, reconecté con mis exprofesores y con muchos arqueólogos con los que había trabajado para coordinar el muestreo. El primer paso fue conseguir un permiso y luego seleccionar los individuos”, detalló.

Luego acudió al museo de Tibes, en Ponce, donde hay esqueletos accesibles. Sin embargo, para los otros lugares optó por la ayuda de profesores para encontrar muestras y luego transportarlas a Arizona State University, recinto donde se realizó el estudio.

El procedimiento para realizar el estudio no fue lo único que se mostró difícil, pues también conllevó horas de trabajo y financiamiento.

La científica explicó que envió propuestas a las Asociación Nacional de Ciencia y organizaciones arqueológicas para pagar por el proceso y secuenciar las muestras. Después de todo esto, vino la parte del análisis.

Finalmente, al ser abordada sobre la importancia del estudio genético para los puertorriqueños en general, la académica boricua hizo hincapié en que el análisis ayuda a “cambiar esta percepción que dejaron escrita los españoles, de quiénes somos y cómo llegamos a ser ahora”.

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