Batalla por la conservación costera

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Por Luis Francisco Baerga Colón / Portavoz del Frente Ambiental Amigos de la Naturaleza de Patillas endi.com PATILLAS - El desarrollo de iniciativas contra la contaminación ambiental y a favor del rescate de las playas y demás recursos naturales es la fuerza que mueve a varios de los residentes de este pueblo, conocido como La Esmeralda del Sureste, a pedir cooperación en estos días de verano, cuando más se realizan actividades al aire libre. La playa es uno de los recursos naturales más importantes y frecuentados por los residentes y visitantes de Patillas. Con la llegada de tanto público, se crea en estas costas un gran problema de contaminación por la cantidad de desperdicios que dejan abandonados a orillas del mar. Por eso, un grupo de ciudadanos, organizados en la Asociación pro Desarrollo Comunitario del Barrio Bajos y sector Lamboglia, Inc. y el Frente Ambiental de Patillas, se han dado a la tarea de desarrollar estrategias dirigidas a exhortar a los bañistas a disponer adecuadamente de los desperdicios y a valorar los recursos naturales. Una de las gestas del grupo fue colocar contenedores de basura en las playas más frecuentadas y en lugares donde nunca hubo, lo que propiciaba el abandono de desperdicios que opaca el paisaje y afecta la vida marina. Migdalia Santiago Fonseca, residente de Guayama y quien varias veces al mes visita las playas patillenses junto a su familia, destacó la importancia de que los visitantes se lleven la basura que generan. “Siempre traemos una neverita y algunas bolsas con comestibles y, por lo regular, la basura nos la llevábamos, aunque ahora hay unos zafacones y la podemos depositar allí”, indicó. En la playa conocida como “El Marullo”, en el barrio Bajos, es común observar el manatí antillano, una especie en peligro de extinción. Esta playa es frecuentada por la especie en busca de alimento, que es la yerba marina, y cada objeto o desperdicio olvidado pone en riesgo la salud de ese mamífero. Además, existen otras amenazas para su supervivencia como el uso de motoras acuáticas en el área, las redes sin supervisión de los pescadores, la proliferación de construcciones en el litoral y las descargas de aguas usadas. El Comité Frente Ambiental Amigos de la Naturaleza solicitó al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales que este lugar sea reconocido como un área especial para la supervivencia del manatí, así como que se designe un área de observación. Esa iniciativa se tomó luego de que, en una ocasión, uno de estos mamíferos llegó muerto a la orilla por causas desconocidas, lo que motivó a los ciudadanos a contribuir a que esta especie no sea perjudicada. Recoger la basura contribuye a ese esfuerzo. “Desde que colocamos zafacones la gente ha tomado conciencia. Cuando nos ven que cambiamos las bolsas de los zafacones y recogemos la basura, los orientamos y ellos se animan y nos colaboran”, expresó Ana M. Pagán, presidenta de la Asociación Pro Desarrollo Comunitario del Barrio Bajos de Patillas. “Creo que parte de este problema es la dejadez de las autoridades pertinentes, quienes abandonan los recursos y no les proveen la atención adecuada”, abundó Pagán. Santos Rodríguez Crespo, vecino inmediato de la playa, expresó la molestia que le causaba ver basura en la cercanía de su propiedad. “En ocasiones había tanta basura que he tenido que contratar personal para que limpien el lugar y retiren los desperdicios. En una ocasión coloqué seis ‘drones’ y la gente se los llevó”, afirmó. La comunidad está de acuerdo en que se debe crear un balance entre la autogestión comunitaria, el aporte de la sociedad y el desempeño de las autoridades a la hora de castigar a lo transgresores de las leyes ambientales.