Blanco de gripe aviar las aves domésticas

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Por Wilson González-Espada / Especial para El Nuevo Día

*Este artículo es parte de la colaboración de CienciaPR con El Nuevo Día

Recientemente, la influenza aviar transmitida por aves de corral (gallinas, patos, gansos) ha sido protagonista en varios titulares en la prensa del País. Específicamente, los científicos le están siguiendo los pasos al virus H5N1, responsable de varios brotes en Tailandia, Vietnam y otros países de Asia. Los brotes han contagiado a unas 173 personas, 54% de las cuales han muerto.

Hasta el momento, el virus H5N1 se contagia sólo de ave a ave y de ave a persona, lo que hace relativamente fácil de controlar un brote si se identifica a tiempo y se aíslan las personas enfermas. Existe la posibilidad, sin embargo, de que alguna mutación del virus le permita propagarse de persona a persona como lo hace el virus que causa el catarro común, lo cual representaría un problema de salud pública.

En muchas áreas rurales de Puerto Rico nos gusta tener aves domésticas, ya sea para carne, huevos o hasta como mascotas. Otros se dedican a criar gallos de pelea. ¿Que pasaría si alguna de esas aves se contagiase con el virus H5N1?

Científicos de la Universidad de Iowa se dedicaron a estudiar un problema similar. En Iowa y otros estados las ferias agrícolas son muy famosas. En estas ferias los criadores de aves seleccionan los mejores ejemplares, los exhiben y compiten por premios. Luego de la competencia, el público en general, y los niños en particular, pueden acercarse a las aves y tocarlas. Como es de esperarse en un evento de este tipo, la mayoría no se preocupa mucho por lavarse las manos, ni siquiera antes de consumir alimentos.

La pregunta obvia sería, ¿cuántas personas se contagiarían si una sola gallina fuera la portadora del virus aviar? Para contestar esta pregunta de una manera concreta pero segura para el público, los científicos utilizaron un método muy astuto. Sin que nadie se enterara ni los viera, una vez al día los científicos aplicaron un polvo normalmente invisible a una gallina y la devolvieron a su jaula. Este polvo, llamado GloGerm, emite una luz fosforescente sólo cuando se expone a la luz ultravioleta. Durante cuatro días, los científicos consiguieron voluntarios en la feria y les revisaron las manos con una lámpara especial. De un total de 94 personas que se ofrecieron para que sus manos fueran examinadas, casi el 9% tenía el polvo GloGerm en las manos, las cuales fosforecían bajo la luz ultravioleta.

El polvo GloGerm hizo las veces del virus de la influencia aviar. De acuerdo a este estudio, una sola gallina enferma transmitió el “virus” a ocho personas, tres de ellos familiares de los criadores de aves y otros tres simplemente visitantes de la feria agrícola. No es muy difícil comparar el caso de Iowa con el caso de Puerto Rico. Lugares donde hay una gran cantidad de aves de corral podrían ser focos de contagio del peligroso virus H5N1 en un futuro. De acuerdo al estudio de Iowa, una manera muy sencilla de protegerse de cualquier virus es lavarse las manos con frecuencia, especialmente luego de tocar algún animal doméstico o ave de corral.

El autor es miembro de Cienciapr.org