Caos en las playas

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Por Marga Parés Arroyo / Mpares@elnuevodia.com El Nuevo Día Se acerca la Semana Santa y miles de puertorriqueños y turistas se volcarán hacia las playas en un ritual que en ocasiones se tornará en un carnaval de desorden, basura y desenfreno. Ausencia de reglas, códigos de orden público que no se ponen en vigor y agencias gubernamentales que no ejercen su deber ministerial convierten la playa en campo de batalla entre quienes tienen allí su residencia y desean vivir en paz, los que buscan sana diversión y entre quienes dan rienda suelta a sus emociones sin medir consecuencias. “Es un caos. Los que viven aquí tratan de irse de sus casas (los días festivos). Los que se quedan van a tener problemas, ni podrán sacar sus carros”, dijo Lorena Incandela, residente de Ocean Park, sector residencial del Condado. Personas que hacen sus necesidades biológicas frente a sus hogares, vehículos que bloquean sus casas y el uso excesivo de alcohol son algunas de los problemas que enfrentan continuamente no sólo en esta zona si no en otros destinos playeros como Boquerón (Cabo Rojo), Playa Santa (Guánica) y Parguera (Lajas). La lista podría ser mayor si se considera que la Isla tiene 799 millas de costa. A juicio de varios expertos, el dilema es mayor en playas de libre acceso pues en los balnearios hay algunas reglas. “En los balnearios hay policías, salvavidas, personal de emergencias médicas. Es más difícil (que surja un caos)”, sostuvo Ruperto Chaparro, director del programa federal Sea Grant. UNa Junta que no hace nada Según el experto en recreación marina, la disyuntiva primordial es que el gobierno nunca ha invertido en el manejo de playas, a pesar de ser su atractivo turístico y recreativo principal. En 1999 se creó una Junta Interagencial para el Manejo de las Playas que preside el Secretario del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), posición que actualmente ocupa Daniel Galán Kercadó. Falta de un presupuesto asignado y carencia de una sede con empleados allí destacado fueron algunas fallas señaladas por Chaparro, quien en la pasada administración fue parte de la Junta. “Tienen autoridad para manejar las playas, pero no hacen nada”, dijo. Como ejemplo, mencionó que sugirió crear una página web con información de las playas para el público (clima, actividades, etc.), pero nunca se hizo. Ocean Park, Isla Verde, Combate, Parguera, Playa Santa, Jobos, Crashboat, Flamenco, Escambrón y Luquillo fueron algunas de las playas más frecuentadas mencionadas. “En otros países, como Brasil, Argentina, Portugal y España, toman con seriedad las playas”, dijo Chaparro. El experto recalcó que en otros lugares se le da más autoridad a los salvavidas (en algunos casos hasta armándolos) y se coordina con la policía la vigilancia de las playas, en muchas de las cuales se prohibe el consumo de alcohol para evitar ahogamientos y otras situaciones. Sugirió que de los $3,000 millones que recibe la Isla producto del turismo playero se empleen unos $100 millones en manejar este recurso, el cual catalogó como “la gallinita de los huevos de oro” de la Isla. “Si sigue esta anarquía, los turistas se van a ir desilusionando”, dijo. Muchos jefes, poca acción Además de la responsabilidad compartida entre agencias, hay disposiciones que regulan este recurso, como el Programa de Manejo de la Zona Costanera, cuya implantación también recae en el DRNA. Aunque este programa data de 1978 y han surgido otras iniciativas, siguen los mismos problemas. “Lo de Ocean Park muestra el desbarajuste. Cuando hay muchas personas a cargo, nadie es responsable”, dijo el oceanógrafo Aurelio Mercado. Advirtió que otro peligro es la falta de planificación a largo plazo al seguir permitiendo construcciones en la costa. “Mucha gente dice que Puerto Rico vive de espalda al mar”, sostuvo. Recalcó que el mayor problema de este Programa es que muchas iniciativas son aguantadas por el titular del DRNA “que todos sabemos responde a los intereses del gobierno de privatizar”. Sugirió que este programa sea transferido a la Universidad de Puerto Rico para que sea menos politizado. Responsabilidad de todos “Esto es responsabilidad de todo el mundo”, aseguró el secretario del DRNA, Daniel Galán. La basura generada por visitantes a las playas, el consumo excesivo de alcohol y el uso de playas no aptas para bañistas fueron algunos de los problemas señalados por el funcionario. Indicó que el año pasado la Junta se enfocó en la seguridad de playas “y no hubo peleas”, aseguró Galán. Este año harán una campaña (a un costo de $30,000) para fomentar la limpieza de las costas, dijo. La última vez que se reunió la Junta fue en enero. No fue posible saber qué se discutió pues el DRNA no entregó copia de las minutas que este diario solicitó. Galán reconoció que la Junta carece de presupuesto pero dijo que no lo necesita pues se nutre de fondos de las agencias. Además, informó que los 387 miembros del Cuerpo de Vigilantes estarán activos en los próximos días festivos. Mario González, director de la Compañía de Turismo, coincidió en la responsabilidad ciudadana en la conservación de los recursos naturales. Recordó que Turismo asume la limpieza de la playa de Ocean Park, Isla Verde y Escambrón, para lo cual contratan a la compañía Mangual. Agregó que también tienen un programa de embellecimiento y ornato en algunos puntos de interés turístico. “La preocupación (de las playas) es genuina”, dijo al urgir para que “se tome acción sobre estas problemáticas”.