Ciencia para la economía

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Autor de CienciaPR: 

Por Mónica I. Feliú Mójer / Especial para El Nuevo Día

El Nuevo Día

Puerto Rico es uno de los líderes mundiales en la manufactura de productos de ciencia y tecnología, tales como medicamentos, dispositivos médicos y artículos electrónicos. Esta industria, depende en su totalidad, y se nutre, de los descubrimientos e invenciones que surgen de la investigación y el desarrollo (I+D).

Esta generación y aplicación del conocimiento, y la innovación que lo acompaña, han cambiado fundamentalmente la manera en que vivimos y representa una parte cada vez más importante de la economía mundial. Por esto muchos países, incluyendo a Puerto Rico, se han comprometido en convertir a sus economías a unas basadas en el conocimiento.

La sustentabilidad de la economía de Puerto Rico dependerá de nuestra capacidad, no solo de atraer, pero de generar I+D, en el archipiélago. De esta manera Puerto Rico no sólo tendrá inversiones significativas y empleos bien remunerados, sino que podrá afianzar y diversificar la base manufacturera que tanto se ha visto drenada por cierres en años recientes.

Sentando las bases

Una economía del conocimiento exitosa depende de una infraestructura de investigación y desarrollo (I+D) sólida: un talentoso capital humano, sabias inversiones y buenas políticas públicas que fomenten un ecosistema de innovación saludable.

Dada la importancia económica de la I+D, los países líderes en desarrollo económico llevan décadas conduciendo encuestas sobre ciencia y tecnología. Estas encuestas ayudan a un país a saber que recursos se han invertido en I+D y los ayuda a diseñar mejores estrategias para fomentar la generación y aplicación del conocimiento y la innovación.

Recientemente, el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico publicó los resultados de la primera Encuesta piloto de Ciencia y Tecnología en la historia de Puerto Rico. Esta encuesta recopiló información sobre los recursos humanos y económicos dedicados a actividades de I+D en Puerto Rico.

La encuesta reveló que durante el 2009 la inversión en I+D ascendió a $466.7 millones, lo que representa un 0.49% del Producto Interno Bruto (PIB) de Puerto Rico – un indicador de la producción económica de un país. Los mayores inversionistas en I+D en Puerto Rico lo son las empresas privadas y las instituciones de educación post-secundaria, que combinadas aportan un 95% del total de inversión en I+D en Puerto Rico. Las organizaciones no-gubernamentales sin fines de lucro y el gobierno de Puerto Rico contribuyeron el 5% restante.

Además, la encuesta arrojó que un los trabajadores en I+D representan un 0.62% de la fuerza laboral en Puerto Rico. Más de un tercio de los investigadores en las instituciones de educación secundaria tienen un doctorado, mientras que en la industria privada ese número desciende a 4% y un 72% de los empleados tienen un bachillerato.

El significado de los números

La publicación de la primera Encuesta piloto de Ciencia y Tecnología sienta las bases para el desarrollo de políticas e iniciativas que fomenten la I+D en Puerto Rico. Por primera vez, los datos referentes a este sector en Puerto Rico podrán ser comparados directamente con los datos de los Estados Unidos y otros países, lo que nos permitirá desarrollar estrategias competitivas para atraer I+D a Puerto Rico.

Los resultados de la encuesta piloto sugieren que para que Puerto Rico se convierta en una economía del conocimiento competitiva a nivel mundial, debemos aumentar las inversiones en I+D.

Puerto Rico invierte 0.49% de su Producto Interno Bruto en I+D, poniéndonos en desventaja con competidores como Irlanda, que invierte 1.42% de su PIB, y con otros países latinoamericanos como Brasil y Uruguay.

A pesar de que la inversión en I+D en Puerto Rico es relativamente modesta, la encuesta demuestra que tuvo un impacto económico positivo en el país. También es alentador que a pesar de la recesión económica las inversiones en I+D han aumentado desde el 2006, una tendencia que se espera continúe.

La importancia de la I+D en el mercado laboral puertorriqueño es relativamente poca, comparada con otros países. Además, existe una marcada disparidad entre los niveles de educación de los investigadores en el sector público y el privado. Esto enfatiza la necesidad de aumentar el entrenamiento de la fuerza laboral en ciencia y tecnología, fomentar la obtención de grados secundarios y promover el regreso de los talentos que se van a estudiar o a recibir entrenamiento fuera de Puerto Rico.

Mientras que los resultados de la Encuesta Piloto de Ciencia y Tecnología revelan que Puerto Rico aún tiene camino por recorrer, nuestro archipiélago tiene muchas características que lo colocan en una posición favorable para el desarrollo de la I+D.

La Encuesta Piloto de Ciencia y Tecnología es una herramienta sumamente valiosa y, junto con iniciativas como el Fideicomiso de Ciencia y Tecnología, servirán de punta de lanza para convertir a Puerto Rico en un líder en la I+D.

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