Del Colegio a la Luna

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Por: 

Mariam Ludim Rosa Vélez
Johnny Enrique López Calero cursa un doble bachillerato en Ingeniería Química y Biotecnología Industrial del Recinto Universitario de Mayagüez.

Aspira a convertirse en piloto de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, y luego va dirigido hacia un anhelo que tienen muchos jóvenes: ser astronauta.

Johnny Enrique López Calero, quien cursa un doble bachillerato en Ingeniería Química y Biotecnología Industrial del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), ya ha dado los pasos para concretar su expectativas profesionales.

El colegial fue el único puertorriqueño seleccionado para participar del adiestramiento del AXE Apollo Space Camp, que se llevará a cabo a finales del mes de diciembre en el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral, Florida.

La experiencia incluye la capacitación que se le brinda a un astronauta. Asimismo, para los finalistas, implica completar tres retos que todo aspirante a viajar al espacio debe pasar: la centrífuga, en la que se determinarán los niveles de Fuerza G que pueda soportar el participante (se trata de un medida relacionada con la aceleración que produce la gravedad en condiciones sin atmósfera); el avión supersónico, que viaja a seis veces la velocidad del sonido; y el Vomit Comet, un avión que permite experimentar cero gravedad.

"Para mí es un honor poder dar el todo por el todo y poner a Puerto Rico adelante. En realidad, es siempre un sueño poder visitar el espacio, pero para mí, más que un sueño es mi meta", puntualizó a Prensa RUM el joven, quien además completa una certificación en Ingeniería de Materiales.

Para obtener este logro, Johnny participó de una competencia lanzada por las redes sociales por la línea de cuidado masculino AXE. Según solicitado por la compañía, más de 2,200 personas en la Isla crearon un perfil de astronauta que dependía de la cantidad de los votos recibidos por internet.

El colegial obtuvo más de 47 mil endosos que lo colocaron al frente de la contienda y como representante de Puerto Rico en esta primera fase.

"Siempre hay alguien que te anima a continuar; en mi caso fue mi madre la que me siguió empujando hasta que terminó la primera fase de la competencia y todavía sigue motivándome para que me gradúe y pueda conseguir mis sueños. Mi padre y hermano también me ayudaron mucho y confiaron en mí. Estoy muy agradecido, ya que podré alcanzar mi meta de ser astronauta", indicó.

En la segunda fase, tendrá que medirse con unos 100 finalistas, provenientes de 60 países. De estos, se seleccionarán 22 que ganarán un viaje que volará a 103 kilómetros de altura en el espacio con la compañía de turismo espacial SXC. “Me siento superemocionado de haber ganado y estoy seguro de que el campamento será una experiencia espectacular. Además, ahora que estoy más cerca de viajar al espacio, voy a hacer el máximo por ser parte del grupo escogido y lograrlo a nombre de todos los puertorriqueños”, expresó el joven en un comunicado de prensa.

Con metas definidas

Además de completar su quinto año con doble titulación y una certificación, Johnny es parte del Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de la Fuerza Aérea del Ejercito de los Estados Unidos (ROTC) del Recinto. Asimismo, está inmerso en varias investigaciones que lidera el doctor Marcelo Suárez, director del Centro de Investigación y Excelencia en Ciencias y Tecnología (CREST), quien compartió con Prensa RUM sus impresiones sobre el logro de su pupilo.

"Expresar que es un orgullo, es un lugar común. Prefiero decir que, saber que cada estudiante está encontrando su destino, me sirve para, muy personalmente, confirmar que este camino que uno eligió, de ser docente, fue el correcto. Pienso que la razón central de la docencia en una institución pública es ayudar a que cada alumno encuentre un destino mejor, con objetivos profesionales y personales retadores, pero no inalcanzables", indicó Suárez.

De hecho, el futuro ingeniero trabaja en tres proyectos diferentes y el principal consta, según explicó, de "probar que podemos usar materiales biodegradables como el quitosán y la celulosa en aplicaciones de construcción y electrónica".

A corto plazo, el sanjuanero de 21 años, tiene muy definido que seguirá con adiestramientos para convertirse en piloto de aviación.

"Antes de graduarme, me comisionaré en el Air Force y entraré como oficial. Ellos escogerán la Base a la que me enviarán. Desde ahí, seguiré estudiando Matemáticas y Física, hasta obtener una maestría y un doctorado", afirmó con determinación.

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