Desperdicios en órbita

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Por Wilson J. González-Espada / Especial El Nuevo Día ¿Sabía usted que el espacio alrededor de la Tierra contiene una peligrosa cantidad de basura? Estos desperdicios podrían representar un peligroso escenario para futuras misiones espaciales y satélites artificiales. La basura espacial consiste de objetos hechos por el hombre, incluyendo piezas y fragmentos, que se encuentran en órbita alrededor de la Tierra y que carecen de función ahora y en el futuro. La mayoría de la basura espacial consiste en equipo descartado en los pasados 50 años, tales como piezas electrónicas, pedazos de cohete usados, satélites inoperantes, tornillos, tuercas, cables, baterías y hasta un guante. Muchos de estos desperdicios miden menos de una pulgada. Otros miden más de cuatro pulgadas. La basura espacial se origina de dos maneras diferentes. En primer lugar, durante las actividades de exploración espacial o al poner satélites en órbita, a veces pequeños objetos se rompen o se les escapan a los astronautas. También se crea basura espacial debido a actividades militares. Por ejemplo, recientemente China probó un misil capaz de derribar un satélite espía o de comunicaciones. La explosión, que destruyó un satélite viejo, creó más de dos millones de pedacitos, los cuales aún se mantienen en órbita. El peligro de esta basura espacial es su rápido movimiento. De acuerdo con un reporte del doctor David Wright publicado en la revista Física Hoy, pedazos de metal en órbita geoestacionaria, la más lenta de las órbitas, se mueven a unas 6,750 millas por hora. En comparación, una bala puede alcanzar velocidades de hasta 3,400 millas por hora. Por otro lado, la basura espacial en una órbita baja puede alcanzar las 22,000 millas por hora, más de seis veces la velocidad de una bala. Un problema de la basura espacial es que estos objetos pueden chocar con satélites activos, dañándolos o destruyéndolos. ¡Todo el dinero invertido se perdería! El primero de estos impactos sucedió en 1996, cuando un satélite francés fue severamente afectado por un pedazo de cohete del tamaño de un caldero. Se cree que otros pedazos más pequeños son responsables de varias fallas inexplicables detectadas en algunos satélites de comunicaciones. Afortunadamente, varios gobiernos han llegado a un consenso y han desarrollado guías para disminuir la cantidad de basura espacial producida en el futuro, lo que redundará en misiones más seguras y mejores comunicaciones a nivel global. Wilson J. González-Espada es catedrático asociado en Arkansas Tech University y miembro de CienciaPR.