Establece récord la cotorra boricua
Enviado el 4 abril 2008 - 11:06am
Este artículo es reproducido por CienciaPR con permiso de la fuente original.


Por Pedro Bosque Pérez / pbosque@elnuevodia.com
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Sesenta cotorras puertorriqueñas nacieron en el aviario José Luis Vivaldi en el Bosque Río Abajo de Arecibo entre el 2006 y el 2007, lo cual es un récord, reveló Ricardo Valentín, coordinador de operaciones de la instalación.
Mientras, esta semana rompió su cascarón el primer polluelo en estado silvestre en esta reserva forestal en más de medio siglo, indicó Valentín, un empleado del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA).
Valentín dijo que en 2006 nacieron 29 polluelos y en 2007 vieron la luz 31. La semana pasada había en el aviario unas 125 cotorras, 10 de ellas polluelos, y se esperaba el nacimiento de varias más, según Valentín.
Por su parte, Iván Llerandi, coordinador del proyecto de liberación de cotorras en el Bosque de Río Abajo, sostuvo que entre las 24 aves soltadas el 13 de diciembre de 2007 ha habido menos mortandad que en el grupo de 22 cotorras liberado en noviembre de 2006.
En esa primera liberación murieron depredadas en la primera semana siete cotorras y otras cuatro al cabo de un año. Llerandi explicó que se anticipaba que en un año sobreviviera el 30% de las aves, pero vivió el 50%.
En el segundo grupo soltado vieron “una mejoría en términos de la capacidad de ellas para adaptarse”, dijo Llerandi, destacando que eran más jóvenes que el primero. Seis murieron en tres meses y medio, dos de ellas por causas naturales.
Están integrándose al primer grupo, “aprendiendo las mañas para sobrevivir en estado salvaje”, pero aún son más ruidosas, dijo el biólogo. Han observado a las cotorras comiendo de 16 a 20 especies de árboles frutales del bosque, lo que es un indicio de adaptación.
Llerandi dijo que se formaron entre cuatro y cinco parejas de iguacas, nombre que daban los taínos a la cotorra.
Una de esas parejas anidó este año, pero las aves “aparentemente por su inexperiencia” rompieron los cuatro huevos que pusieron, algo que ocurre con “parejas primerizas”, explicó Llerandi.
Funcionarios del aviario colocaron un huevo de una pareja del aviario para que una pareja salvaje lo incubara y criara. Ése es el polluelo que acaba de nacer.
“Esto es una práctica de manejo que utilizamos para maximizar las probabilidades de tener cotorras nacidas y criadas en estado salvaje”, dijo Llerandi. Señaló que el polluelo será criado por aves que saben sobrevivir en estado salvaje y que ganarán experiencia para incubar y criar “sus propios pichones sin problemas”.
El hábitat original de la iguaca se extendía desde Mona hasta Vieques y Culebra. Su población se estimaba en un millón al inicio de la colonización.
En 1975 quedaban 13 cotorras, todas en el Bosque Nacional El Yunque.