Estudian una cepa del VIH que evita el sida

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Por Marga Parés Arroyo / Mpares@elnuevodia.com endi.com Científicos del Recinto de Ciencias Médicas (RCM), de la Universidad de Puerto Rico (UPR), pretenden demostrar que el propio organismo de cada individuo puede desarrollar una protección natural contra el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Para probarlo, en más o menos un mes, unos 30 simios del Centro de Primates de la UPR serán utilizados en un estudio que pretende demostrar cómo cierta cepa del VIH protege contra la infección de otras cepas del virus. “Nuestra teoría es que el virus no se va a replicar y va a proteger a la persona”, sostuvo el doctor Edmundo Kraiselburd, director del Centro de Primates. La meta de la investigación, que se extenderá durante unos dos años y es apoyada por un subsidio del Instituto Nacional de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) por $1 millón, es que se pueda crear una crema vaginal que proteja a las mujeres contra el VIH y el Síndrome de la Inmunodeficiencia Adquirida (sida). “Vamos a pintar la vagina de algunas monas con un virus del VIH que tenemos patentado en el Recinto (RCM) para ver si los protege del virus del sida”, dijo Kraiselburd. La base científica en que se apoya esta investigación parte de un estudio previo que demostró que un 15% de las mujeres trabajadoras del sexo en Senegal, África, no se infectan con VIH a pesar de tener múltiples parejas sexuales. La investigación que comenzará próximamente en la UPR cuenta como asesor con el doctor Preston Marx, prestigioso investigador del Centro Regional de Investigación de Primates de Tulane. “El (nivel de) estrógeno en el ciclo menstrual de la mujer tiene un efecto en su vagina que la hace más sensible a la infección (del VIH)”, explicó Marx. Tras los orígenes del VIH De visita en el país para ultimar los detalles finales para el comienzo de este estudio científico, Preston le ofreció ayer una charla a estudiantes del RCM sobre algunas investigaciones que ha realizado en África, todas en búsqueda del origen y la evolución del VIH. Según relató, su trabajo en dicho continente data de 1987 cuando viajó a Liberia, África. Allí, con la ayuda de un asistente, identificó que muchas personas tenían a monos de la especie Sooty mangabeys como mascotas. Montados en una poderosa guagua todoterreno, su equipo viajó a varias villas del oeste de África para tomarles muestras de sangre a estos animales. Con un subsidio del NIH, Preston y su equipo andaba en busca de los orígenes del VIH y del Sida. A principios de la década de 1990, Marx realizó una serie de muestras a 9,309 habitantes de Sierra León, África. Su propósito era identificar si alguno estaba infectado con un virus parecido al que portaban los monos, el Virus de la Inmunodeficiencia del Simio (SIV, por sus siglas en inglés). Para su sorpresa, sólo siete personas arrojaron positivo al VIH-1 y sólo dos al VIH-2. El resto de las personas no demostró infección a alguno de estos virus, lo cual abonó a la teoría de Marx de que, al igual que los monos, las personas que habitan en esta región tienen una protección natural contra el VIH. Según explicó el virólogo, se estima que hay unas 33 millones de personas infectadas con VIH-1, la cepa prioritaria de este virus. Mientras, hay otros 100,000 con VIH-0, uno con VIH-2 y siete con VIH-N, otra cepa del virus. De acuerdo con Marx, la evolución del VIH-1 data de un factor recombinante entre el SIV de una raza de monos con chimpancés. Para explicar cómo la transmisión del VIH llegó a las Américas y otras partes del mundo, Marx sostiene que los orígenes de este virus datan de la trata de esclavos que se desarrolló entre 1630 y 1860. Según dijo, se estima que durante este período unos 20 millones de africanos llegaron al Nuevo Mundo. Resaltó que no fue hasta finales de la década de 1950 y principios de la de 1960 cuando este virus se desarrolló con más fuerza. Sobre por qué fue en la década de 1980 cuando se descubrió el sida entre grupos de homosexuales de California, Marx recalcó que este virus se transmite más fácilmente a través del ano. Entre los logros más importantes de Marx, en febrero de 2003 patentó la secuencia completa del genoma del SIV, particularmente de los “Red-Capped Mangabey”.