Guía boricua con alcance internacional

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Por Ivis Negrón Pérez
La contribución de Raquel Martí deja patente el impacto que tienen las entidades comunitarias bien organizadas en la lucha contra la pobreza. (jose.rodriguez@gfrmedia.com)

Raquel Martí donó cerca de $3 millones a organizaciones no gubernamentales (ONGs) a través del mundo sin sacar un solo centavo de su bolsillo. Ese fue el valor que una reconocida agencia de ayuda internacional le otorgó al proyecto que diseñó y ha puesto al alcance de instituciones dedicadas a erradicar la pobreza en los países en desarrollo.

Doce años después de convertirse en la primera persona con una maestría en Filantropía, Martí recibió la noticia de que el Gobierno de Estados Unidos, a través de su Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), utilizará los estándares y módulos guías que creó para dar apoyo a ONG’s en más de 60 países. El proyecto de tesis que completó Martí en el Centro Filantrópico de la Universidad de Indiana desarrolló 10 estándares y 95 indicadores de manejo efectivo de las organizaciones, así como guías para que éstas se beneficien de los billones de fondos internacionales de ayuda humanitaria. Su intención con el proyecto era dejar un legado de impacto internacional y lo logró.

“Yo quería que tuviera el respaldo de una agencia internacional. ¡Lloré tanto!”, cuenta Martí sobre su reacción al leer la carta en la que Kerry Byrnes, director de la Oficina Regional para el Desarrollo Sostenible para América Latina de USAID, le comunicó la intención del gobierno federal de utilizar sus módulos para que las organizaciones lleven a cabo su misión de forma sólida y sostenible. “He hecho mi donación obviamente filantrópica para que este material esté en estos países y sus organizaciones en el desarrollo del proceso mundial”, añade la experta, cuya obra es parte del Taller de Gestión Organizacional para la Sostenibilidad que ya ha ofrecido USAID en 13 países de Latinoamérica.

Martí, consultora en búsqueda de fondos federales e internacionales, conoce la repercusión del voluntariado a través de organizaciones desde pequeña cuando practicaba el servicio junto a sus padres en varias instituciones locales. De adulta, laborando en la Fundación Ana G. Méndez conoció cómo los gobiernos ofrecían fondos a las ONGs y se sintió retada a capacitar y crear estructuras sólidas para que estas organizaciones se beneficiaran. Fue así como durante su internado de Maestría en una Nicaragua que transitaba hacia la democracia, capacitó a un grupo de organizaciones que, con sus estrategias, lograron aumentar entre 300% y 700% su capacidad financiera.

“Mi experiencia me dio una perspectiva de lo que son los fondos internacionales. Yo desconocía qué son estas donaciones internacionales y cuán crucial es capacitar a las organizaciones sin fines de lucro (OSFL) desde sus inicios para que puedan proyectarse hacia los donantes dirigidos a las causas que ellos trabajan y cumplir sus metas de reducción de pobreza”, explica. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD, por sus siglas en inglés), que reúne a 24 países desarrollados y ayuda a 159 en desarrollo, destinó en 2011 $134 billones a ONGs que trabajan contra la pobreza. La OECD también ha iniciado conversaciones con Martí para utilizar sus estándares, que pretenden que cada OSFL cumpla los siguientes criterios: se constituya como una entidad no lucrativa, cumpla con la ley local; manifieste transparencia y responsabilidad; cuente con representación comunitaria; asuma liderazgo; cumpla con su misión; logre autosuficiencia, sostenibilidad financiera y profesionalismo; trayectoria y sea proveedor de servicios.

“Hay una palabra que es lo que mantiene la solidez, el desarrollo, la estabilidad de cualquier OSFL, que es la palabra confianza. Y estos estándares permiten a la organización desarrollar esa confianza desde sus donantes hasta los que reciben sus servicios”, asegura la experta en asuntos filantrópicos.

Con su aportación a estas instituciones, la mujer de 59 años dice sentirse ciudadana del mundo y millonaria en generosidad. “Sé que me quedan muchos años para hacer, pero he dejado mi legado al mundo. Ya yo he cumplido”, manifiesta.

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