¡He visto un lindo monito!
Enviado el 19 junio 2006 - 4:05pm
Este artículo es reproducido por CienciaPR con permiso de la fuente original.
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Citado de endi.com
Por Liz Yanira del Valle / Especial El Nuevo Día
Es un secreto a voces. No es un chiste, pero como buenos caribeños ya existen
hasta bromas cibérneticas relacionadas al asunto.
Cómo no, lo que faltaba en esta 'Isla del Encanto' donde vivimos: otra invasión. Me remito al suceso del avistamiento de monos en el área metropolitana, asunto reseñado hasta en la prensa norteamericana.
Recientemente, en la Isla se han informado de 'esos encuentros cercanos' en diferentes partes del área metropolitana desde Guaynabo City hasta Cataño. El último correspondió al caso del mono pata del barrio Amelia de Cataño.
Si no lo sabía, le informo, porque ésto de los monos trae cola...y bien larga. Es 'vox pópuli', que por años los monos han sido objeto de investigación científica en varios puntos geográficos de la Isla.
Además, de las especies bajo investigación, se conoce que desde los años 60,
la Isla cuenta con otra población de monos. Son los realengos que se ubican en
su mayoría en el suroeste de Puerto Rico. Cómo estos monos llegaron a formar
sus comunidades libres, es materia de documentación y motivo de debate entre
todas las entidades relacionadas con los mismos.
Según la Evaluación Ambiental (EA) para el Proyecto sobre el Control de la Población de Monos en Puerto Rico, preparada por el Departamento de Recursos Naturales (DRNA), éstos se importaron al Caribe hace más de 300 años.
Bajo el gobierno militar norteamericano, durante la década del 30, se introdujeron los monos 'macacos rhesus'. Los objetivos: el estudio y la investigación científica.
En 1938, en Cayo Santiago, ubicado al sur de Puerto Rico, se experimentó con 400 monos importados de la India. El Instituto Nacional de la Salud, que desde el 1887 administra lo relacionado con las investigaciones médicas de Estados
Unidos, tenía responsabilidad sobre estos estudios.
En el 1956, el Laboratorio de Fisiología Perinatal continuó sus experimentos
con monos en Cayo Santiago.
Del 1961 al 1982 hubo otra población de primates en la Parguera. Del 1965 al
1971 la Isla de Desecho acogió cerca de 57 'rhesus' con fines investigativos.
En 1970, el Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico estableció el Centro de Investigación de Primates del Caribe. La sede ubica en la base militar de Sabana Seca junto con otras facilidades ubicadas en el Cayo Santiago y el Recinto de Ciencias Médicas. En estos laboratorios la
presencia de los primates es avalada por ley. Asimismo, lo están aquellos que viven en zoológicos o en albergues temporeros del DRNA.
A pesar de ésto, los motivos para que la población de monos se haya hecho tan
evidente al público son variadas. Van desde las fugas de los monos de
investigación, robo de los mismos; tráfico ilegal; laxitud en el manejo de la
situación por parte de las instituciones responsables, entre muchas otras. No
importa cual sea la causa, lo cierto es que a mono suelto; ganancia para
inescrupulosos.
La doctora Janis González, especialista en primatología y subdirectora del
Centro de Primates del Caribe y Puerto Rico, especula que la distribución de
los monos por diversos puntos de la Isla se debe a la magnitud de la compra y
venta ilegal de esta especie en el suroeste.
"He visto las trampas de los cazadores y sé que hay quién paga hasta $500
por una de estas criaturas", agregó.
El capitán del Cuerpo de Vigilantes del DRNA, Enrique Rodríguez Picorelli,
coincide con González en que el mono pata visto en Cataño, es uno más de los
casos relacionados al tráfico ilegal que opera en el suroeste del país. Este
mono (Erythrocehus patas) es oriundo del oeste de Africa. Evita vivir en los
bosques y habitan en las sabanas y zonas semi desérticas.
"Conocemos casos donde se han detenido a traficantes que ya tenían vendidos a
los animales por $3,000", expresó el capitán. Es obvio, que se trata un
negocio lucrativo.
Rodríguez Picorelli dijo que aunque las personas se asombren ocurren arrestos
muy peculiares, relacionados a este tema. Uno de los más impactantes para el
capitán fue el de un individuo que trasladaba una pareja de monitos en la
parte trasera de su auto.
"La policía se percató de lo anterior, arrestó al individuo y nos entregó los bebés. Nosotros por la autoridad legal que nos compete nos encargamos de los primates y ya le conseguimos hogar a uno de éstos, que irá a un zoológico en Miami", relató.
La doctora González recalcó que el poseer monos es una violación a la Ley 176, la cual prohíbe la posesión de monos como mascotas.
“Ciertamente mientras son bebés o jovencitos son encantadores, pero el panorama cambia cuando llegan a la adultez, ya que no son domesticables y nos pueden morder u arañar. Ahí es cuando los amos ilegales los sueltan y ocurre esta situación de avistamientos en diversos puntos del país”, dijo la doctora.
Es vasto conocida la queja y protesta de los agricultores del suroeste de la Isla, quienes sin proponérselo alimentan a los monos patas, pero pierden sus cosechas.
El debate es apasionado porque hay ciudadanos que defienden a los monos e
incluso formaron una entidad para ellos.
La Sociedad Protectora de Animales también ha salido en defensa de los primates, pero el DRNA nos recuerda que estos animales amenazan con perjudicar especies endémicas de la flora y fauna local. La EA del proyecto del control de monos expone el ataque de éstos sobre la mariquita, especie en peligro de
extinción. Personal de la agencia apunta que en el peor de los casos la próxima víctima podría ser la cotorra puertorriqueña.
"No podemos permitir que estos monos lleguen a la Cordillera Central, porque
sino el problema se complicará ya que en esta zona se nos hará más difícil su control", agregó José Luis Chabert, director del Negociado de Servicios Especializados del DRNA.
Tanto los patas como los rheus son los tipos de monos que conforman esta población realenga que amenaza con seguir causando problemas, aclaró la doctora González. Estos no son portadores del SIDA.
En el caso de los rhesus, podrían transmitir el virus B. Dicho virus forma parte del perfil normal del animal, pero si el momento en que su organismo lo libera coincide con una mordedura entonces corremos el riesgo de ser
infectados. Este virus es una zoonosis, definida por la Organización Mundial de la Salud como las enfermedades e infecciones que se transmiten naturalmente de los animales al hombre.
La mayoría de las personas que han muerto por mordedura del rhesus son científicos o empleados de los centros de investigación donde están estos primates. La causa principal ha sido la encefalitis es constituye una inflamación severa de la masa encefálica.