Jóvenes boricuas apuestan a la industria aeroespacial

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Ricardo Cortés Chico
La iniciativa está compuesta por un diverso grupo de profesionales. Hay químicos, físicos, abogados, emprendedores e ingenieros aeroespaciales, eléctricos, mecánicos, civiles, industriales y en asuntos de computación. (GRF Media)

Es un grupo de 17 amigos, colegas y compañeros de estudios. Tienen como meta regresar o permanecer en Puerto Rico, pero las limitadas oportunidades de desarrollo profesional en sus respectivas ramas de estudio atentan contra ese sueño de desarrollar sus vidas en la Isla. Así que decidieron crear su propia oportunidad con aspiraciones que llegan a las estrellas.

En términos generales, la meta se podría resumir de forma sencilla: crear un centro de estudio y desarrollo de tecnología aeroespacial en Puerto Rico, que tenga aplicaciones comerciales.

Se trata de una industria que en los últimos años ha estado en desarrollo en Puerto Rico, con la entrada de una serie de empresas como Luftansa Technik y Honeywell Aerospace. No obstante, la aspiración de estos jóvenes va mucho más allá de los primeros niveles de órbita terrestre.

“El futuro del espacio está en el sector privado y podemos ser parte de eso”, resumió Axel García Burgos, fundador y líder del grupo.

Con la expresión ilustraba lo que parece ser una creciente tendencia en la exploración y las operaciones aeroespaciales, con empresas privadas dependiendo cada vez más en los sistemas de satélites y con turistas que pagan miles de dólares por unos minutos en los niveles altos de la atmósfera, donde se puede experimentar la microgravedad en la que los objetos y las personas flotan.

 “Hay oportunidades, pero hay que crearlas. De alguna forma todos queremos estar o regresar a Puerto Rico y lo que pasa es que no podemos ejercer allá porque no hay las oportunidades. Queremos crear el espacio de oportunidades”, dijo García Burgos en una entrevista telefónica durante un receso de sus labores como estudiante en entrenamiento en la Administración Nacional de Aeronáutica y Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).

Precisamente, en esas aspiraciones se diferencia esta iniciativa de las que se han hecho en el pasado. No es solo un proyecto para impulsar el sector de la aviación, sino que tienen los ojos en el espacio. De hecho, el nombre del grupo PRatian (Puerto Ricans on Mars) busca ilustrar esa aspiración de exploración especial hasta el planeta rojo.

 

Axel García Burgos, fundador y líder del grupo.(Suministrada)

 

Para esto, la iniciativa está compuesta por un diverso grupo de profesionales. Hay químicos, físicos, abogados, emprendedores e ingenieros aeroespaciales, eléctricos, mecánicos, civiles, industriales y en asuntos de computación.

 “Ahora mismo somos un grupo de profesionales trabajando para que esto se dé. Hace unas semanas nos registramos como empresa y ya se están trabajando unas propuestas para comenzar de lleno”, dijo García Burgos.

 Por el momento, la estrategia es crear un nombre dentro de la comunidad empresarial y científica. Para la Expo Aeroespacial que se celebrará  en octubre en Guadalajara, México, buscan llevar una serie de proyectos con el fin de comenzar a obtener ese reconocimiento.

Por ejemplo, entre los proyectos que proponen es la creación de un logaritmo que, usando información recopilada por satélites, pueda predecir las condiciones que favorecen la propagación de enfermedades como el zika, que se contagia a través de las picadas de los mosquitos Aedes aegypti y el contacto sexual.

También están diseñando una serie de experimentos para ver la reacción de microorganismos en espacios de microgravedad y creando  modelos conceptuales de sistemas de transporte que se puedan usar en futuras misiones al planeta Marte.

“Esto (viajar a Marte) es algo que está ahora mismo bajo constante discusión en la comunidad científica y se están buscando ideas o propuestas para llegar a Marte. Por eso estábamos viendo si nos podemos insertar en ese debate. El tema de cultivar plantas allá es importante porque las condiciones no son similares a las de aquí. La concentración de perclorato es diferente y cómo encontrar la manera de alcanzar eso es importante en el debate y estamos proponiendo ideas”, dijo García Burgos.

“Vamos a presentar (algunos de los proyectos) en la exposición y ante las agencias espaciales para ver si podemos captar la atención y entrar en colaboraciones”, añadió el joven, quien se crió en el barrio Jauca de Santa Isabel y  comenzó sus estudios universitarios en la Embry-Riddle Aeronautical Univesity en Florida. 

Precisamente, García Burgos también está desarrollando una serie de iniciativas adicionales que podrían abundar en el alcance del grupo una vez establecido.

Durante un periodo de estudios en Rusia, como parte del doctorado en ingeniería de sistemas espaciales que cursa en un programa conjunto entre el Instituto de Tecnología de Massachusetts y el Instituto de Ciencias y Tecnología de Skolkovo en Moscú, comenzó a colaborar en una iniciativa empresarial que busca llevar turistas a las capas más altas de la atmósfera. Empresas similares en los Estados Unidos pueden cobrar miles o hasta millones de dólares por llevar a personas al espacio, dependiendo del tiempo que permanezcan en órbita.

 “Es un negocio de gente rica porque mantener una nave en órbita cuesta mucho dinero. Esto se ha dado en los Estados Unidos y lo estamos haciendo en Russia para la gente de Europa”, señaló.

García Burgos ha tenido su experiencia con la microgravedad y el entrenamiento como astronauta. Como parte de su formación se graduó de la academia del Proyecto Possum, que ofrece entrenamientos, como los que reciben los astronautas, para llevar a cabo trabajos de investigación en las capas altas de la atmósfera. De hecho, al completar el entrenamiento es uno de los candidatos a formar parte de las próximas misiones privadas de exploración atmosférica que realiza el proyecto privado.

“Los problemas que se dan en estos casos son fisiológicos. Son muchos los cambios en presión y en el movimiento y uno no sabe cómo va a reaccionar el cuerpo”, recordó.

 Ese tipo de entrenamiento es una pieza fundamental en la iniciativa rusa para llevar turistas al espacio, asunto que García Burgos sueña con repetir desde Puerto Rico, si la iniciativa empresarial aquí toma forma como espera.

“Ahora lo que queremos es ir ganando credibilidad. Queremos ser el vínculo entre las distintas entidades aeroespaciales y queremos que lo que desarrollemos aquí tenga aplicaciones comerciales que nos ayuden a crear nuevas oportunidades y a mejorar la economía. Llevamos trabajando desde febrero del 2015, ya creamos nuestra corporación y ya tenemos algunas de nuestras propuestas casi listas para presentarlas”, dijo el líder del grupo.

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