Mejor nota global para la Isla

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Por Joanisabel González / joanisabel.gonzalez@elnuevodia.com El Nuevo Día Puerto Rico avanzó un paso en el Índice de Competitividad Global (ICG) que publicó ayer el Foro Económico Mundial (WEF), pero su desempeño pudo haber sido mejor si la organización con sede en Davos, Ginebra hubiera recibido a tiempo datos estadísticos como la tasa de ahorro de los puertorriqueños y el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Ayer, el Gobierno y diversos líderes del sector privado recibieron con positivismo que la Isla se moviera a la posición 41, de 139 economías examinadas por el WEF. El año pasado Puerto Rico ocupaba la posición 42. La nota alegaron, reafirma el sitial de la Isla como la segunda economía más competitiva en América Latina. “Nos complace el hecho de que el WEF ha asignado un ranking más alto que el año pasado. Lo más importante es seguir trabajando para asegurarnos que Puerto Rico sea cada vez más competitivo”, aseguró José Ramón Pérez-Riera, titular del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio (DDEC). Empero, tanto Puerto Rico 2000 -la entidad aliada del WEF en la Isla- como el liderato empresarial señalaron que urge implementar un plan para que la Isla supere las flaquezas que le impiden figurar entre las 25 economías más competitivas del mundo. Según el vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Industriales, William Riefkohl, desde que Puerto Rico se integró al WEF en el año 2007, cuando se ubicó en la posición 36, la Isla no ha avanzado en el ICG porque no ha hecho cambios sustanciales en las variables donde muestra rezago. Entre éstas: el peso de la regulación gubernamental, el despilfarro de fondos públicos, la tasa contributiva total y la reglamentación que le aplica, así como el peso de la reglamentación laboral. En estos criterios, y del total de economías examinadas, Puerto Rico se colocó en las posiciones 138, 102, 123, 109 y 97, respectivamente. “Estas áreas están en manos del gobierno y el sector privado no tiene un ápice de control sobre esas áreas salvo poder hacer recomendaciones si se nos permite”, dijo Riefkohl, quien agregó que es hora de que el sector privado y la prensa comience a fiscalizar al gobierno para propiciar cambios. A los ojos de Salvador Calaf, presidente entrante de la Cámara de Comercio de Puerto Rico, la economía isleña comenzó a perder competitividad desde 1996, cuando el tema económico comenzó a ser controlado por el gobierno. “Esto (el informe) es una oportunidad para repensar el País y reenfocarlo”, sostuvo Calaf al agregar que la inserción de Puerto Rico en métricas de corte global sirve para que la Isla salga del insularismo perenne en que se encuentra. Aunque se reconoció que el Gobierno ha dado curso a ciertas reformas como el sistema de permisos, Francisco Rodríguez Castro, quien dirige la Coalición del Sector Privado, insistió en la necesidad de dar presto curso a otras reformas en materia laboral, contributiva y energética, iniciativas que el organismo lleva como punta de lanza en el plan de reactivación económica que impulsa. A preguntas de la prensa, Calaf mencionó que en materia laboral debiera prestarse atención al bono de navidad, la jornada flexible y la Ley de Despido Injustificado. Archer Lebrón, de la Sociedad de Internet de Puerto Rico, indicó que el informe del WEF apunta a una contradicción entre el interés de la Isla de insertarse en la economía del conocimiento y los recursos que destina para lograrlo. “Adelantamos un paso, pero no es suficiente”, dijo Lebrón al señalar que según el WEF, cuando se trata de la penetración de internet, la Isla presenta un 45% “Las economías que son líderes tienen una penetración (de internet) entre 70% y 80%”. Agregó que “es una falacia” hablar de economía del conocimiento cuando el Principal Oficial de Información del Gobierno, no cuenta con presupuesto ni empleados para hacer su trabajo. “Mientras no atendamos esto (la infraestructura tecnológica), Puerto Rico seguirá siendo la economía 41”, sentenció. Agüita para el sector privado La mejora en competitividad también requiere un cambio de enfoque por parte del sector privado, dijo Francisco Montalvo Fiol, de Puerto Rico 2000, haciendo referencia a la opinión de los empresarios que participaron de la encuesta del WEF este año. Las puntuaciones en el ICG provienen de dos fuentes: una encuesta a los empresarios del país bajo evaluación y data estadística. El académico citó que en el criterio de expectativa de continuar en una recesión, Puerto Rico ocupa la posición 118. Mientras, en la percepción de solidez del sistema bancario, la Isla ocupa la posición 104 y en cuanto a fuga de talento, la posición 72. “Puerto Rico sigue siendo una paradoja”, reiteró Montalvo Fiol al indicar que la Isla debe aprender de competidores como Chile, país que a pesar del fuerte terremoto que experimentó, se mantuvo en la posición 30. Falta transparencia Según Montalvo Fiol agregó a la lista de desaciertos de Puerto Rico, la falta de transparencia en la gestión estadística. Aunque reconoció el apoyo que brindó el DDEC para la realización de las encuestas y el suministro de data empírica, señaló que el informe del WEF no pudo incluir el nuevo Índice de Precios al Consumidor porque no estuvo listo a tiempo ni la tasa de ahorro de los puertorriqueños, una pieza de información que fue “imposible” de encontrar. En el caso del IPC, según el WEF, la inflación representa la sexta flaqueza de la Isla. En ese criterio, Puerto Rico apareció con la posición 89, pero de haberse incluido el nuevo IPC, la Isla se habría ubicado en la posición 29. Montalvo Fiol señaló que no podía decir específicamente qué posición global Puerto Rico hubiera obtenido, de haberse incluido en el análisis el nuevo IPC, pero señaló que pudo haber contribuido “positivamente”.

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